1 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez, ArqueoSapiens, Quito, Ecuadorarqueosapiens593@gmail.com Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua:georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo Se expone el uso de técnicas complementarias para la investigación arqueológica de la Riobamba Antigua, actual Villa La Unión, cantón Colta, Ecuador, con el fin de obtener información relevante para el conocimiento y gestión del patrimonio cultu-ral en el subsuelo de la urbe moderna, antes y durante la ejecución de obras civiles. Investigaciones previas ya han reportado la presencia en subsuelo de cimientos, pisos de ocupación, vías, canales, cunetas y demás infraestructura colonial, así como una cantidad considerable de material cultural, como cerámica, lítica, metales, restos óseos y paleobotánicos, entre otros vestigios de la ocupación de Riobamba, entre los siglos XVI y XVIII. Así mismo, los informes evidencian una alta destrucción de los remanentes debido a obras para servicios básicos, ejecutadas desde el siglo pasado. Para la gestión del patrimonio que aún se encuentra en el área, se consideró necesario llevar a cabo una prospección con georradar que dio lugar al mapeo de anomalías en el subsuelo. Estas anomalías fueron contrastadas con datos obtenidos de una revisión bibliográfica, arqueológica e histórica y la excavación de cateos puntuales, lo que permitió asociar los resultados del análisis geofísico a posibles vestigios arqueológi-cos. En este artículo, se presenta la síntesis de los resultados obtenidos. Resumen STRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2, e18 https://doi.org/10.5281/zenodo.13862591Periodicidad: semestral - continua Riobamba Antigua, georradar, arqueología preventiva colonial, Colta, Ecuador. Palabras clave: Revista Ecuatoriana de Arqueología y Paleontología ISSN 2960-8120 https://revistas.patrimoniocultural.gob.ec/ojs/index.php/Strata The proposed research aims to employ a combination of complementary techniques for the archaeological investigation of the city of Riobamba Antigua, currently known as Villa La Unión, located in the Colta canton, Ecuador. The objective is to gather relevant information for the understanding and management of the cultural heritage buried beneath the modern city, both prior to and during the execution of infrastructure works. Previous research has documented the presence of underground remnants, including structural foundations, occupation floors, roads, canals, ditches, and other colonial infrastructure, as well as a significant amount of cultural material, such as ceramics, lithics, metals, bone remains, paleobotanical remains, and other vestiges of Riobamba's occupation between the 16th and 18th centuries. Additionally, reports highlight the extensive destruction of these remnants due to civil infrastructure works carried out since the last century. To effectively manage the remaining heritage in the area, a geora- Unveiling the footprints of Riobamba Antigua: georadar and preventive archaeology in colonial contexts of Villa La Unión, Colta, Chimborazo Abstract Patricio Moya Velasco Vietic, Quito, Ecuador
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 2 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 Breve historia de Colta, la antigua Riobamba-Sicalpa Villa La Unión del cantón Colta, provincia de Chimborazo, se encuentra en un área de muy alta sen-sibilidad arqueológica, sobre todo en su componen-te colonial, ya que corresponde a la antigua ciudad de Riobamba, la primera fundada en la Gobernación de Quito y destruida por un terremoto en 1797 que, tras los irreparables daños sufridos, fue trasladada a su ubi-cación actual (Terán et al., 2000). Parte de los vestigios monumentales de la ciudad colonial son aún evidentes en distintas zonas, dentro del espacio objeto de la pre-sente investigación, como San Francisco, La Merced y detrás de la Unidad Educativa Mariano Borja. Por su relevancia histórica, al tratarse de la ubicación original de la Riobamba primigenia (Rodríguez y Gallego, 2015), Villa La Unión ha sido objeto de un buen número de es-tudios arqueológicos desde 1991, los que permiten con-textualizar las características de los hallazgos en sub-suelo y proyectar qué se podría esperar durante nuevas exploraciones o intervenciones para la implantación de infraestructura (Camino y Ávila, 2022; Chacón y Jijón, 2010; Castro et al., 2015; Granja, 2016; Jara, 1991; Mo-reira, 2013). Los yacimientos más antiguos reportados en la provincia de Chimborazo pertenecen al período For-mativo y se han ubicado en Alausí y Cebadas (Jijón y Caamaño, 1997; Chacón y Jijón, 2010; Almeida, 2013). Se asocia al posterior período de Desarrollo Regional la fase Tuncahuán. En el período de Integración, se dis-tingue la presencia de las culturas puruhá y panzaleo, con una breve ocupación inca (Jijón y Caamaño, 1997; Chacón y Jijón, 2010; Almeida, 2013). Las investigaciones consultadas no registran di-rectamente contextos de origen prehispánico en Villa La Unión. No obstante, se han hallado fragmentos des-contextualizados de posible filiación Puruhá, Panzaleo e Inca entre las evidencias del período colonial (Jara, 1991; Chacón y Jijón, 2010; Jamieson 2012), por lo cual se considera relevante su mención. En cuanto a la ocu-pación Inca, si bien es clara su presencia en la provincia, sobre todo en hallazgos de áreas de uso ritual tales como las que Jamieson reporta debajo de la iglesia Nuestra Señora de las Nieves de Sicalpa Viejo (2012), así como evidencias monumentales y secciones del Qhapaq Ñan registradas por diversas investigaciones (Fresco, 2004; Almeida, 2013; Yépez, 2017; Yépez y León, 2017), no se reportan contextos cerrados de esta filiación en el área específica de estudio. No obstante, sobre el sistema vial andino, Chacón y Jijón (2010) recuperan las siguientes rutas:… el Camino Real cruzaba desde el tambo que custodiaba el paso del río Ambato cruzando por los poblados de Mocha, Chuquipogyo, Luisa has-ta llegar a Riobamba (refiriéndose a la antigua ciudad de Riobamba y no a la población actual), … bifurcándose desde allí hasta la laguna de Col-ta (siendo posible que la actual vía Panamerica-na que recorre por la margen oeste de la laguna corresponda al antiguo sistema vial), para tomar posteriormente rumbo al sur; camino que parte de la ciudad de Liripampa o Liribamba, desde el ramal donde estaban el tampu y cuarteles del Inka, en San Juan…Durante la prospección arqueológica del inmue-ble de la Unidad Judicial de Colta, al norte de la Pana- dar survey was conducted, resulting in the mapping of subsurface anomalies. These anomalies were then compared with data obtained from an archaeological-historical bibliographic review and the excavation of test pits. This cross-referencing allowed for the association of the geophysical analysis results with potential archaeological remains. This article presents a synthesis of the results and showcases the findings of the ongoing monitoring work, which demonstrates the successful application of the proposed methodology.Riobamba Antigua, georadar, preventive and colonial archaeology, Colta, Ecuador. Keywords:
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 3 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural mericana, en un barrio indígena a las afueras de la an-tigua Riobamba, Almeida (2013) señala el hallazgo de unos pocos fragmentos de esta filiación. Así, concluye: “la ocupación inca está evidenciada en los restos cerá-micos de aríbalos y sus asas, a más del tipo alfarero co-nocido como Inca Imperial” (p. 9). De igual forma, como resultado del monitoreo ar-queológico del área de impacto directo del sistema de alcantarillado y agua potable del cantón Colta, se re-portan fragmentos cerámicos inca en el sector de San Sebastián (Castro et al., 2015). De esta manera, se reco-noció el componente prehispánico en el área de estudio y se profundizó en la información sobre el asentamien-to colonial de Riobamba hasta su destrucción en 1797 debido a un terremoto de 8,3 en la escala de Richter (Egred, 2000). Por su parte, trabajos como los de Jara (1991), Michaels (2006), Chacón y Jijón (2010), Jamie-son (2012, 2016), Almeida (2013), Constantine y Granja (2015), Castro et al. (2015), entre otros, han develado la preponderancia del componente colonial en el subsuelo de la zona explorada. Tras la llegada de los invasores europeos al espa-cio del actual Ecuador, se inicia la toma de territorios que simbólicamente se consolida con la fundación de las primeras ciudades españolas. Esta “carrera” se refie-re al afán y competencia entre los primeros grupos bajo el mando de los capitanes españoles por fundar ciuda-des en el Nuevo Mundo, respaldada además en las Or-denanzas de Felipe II de 1573. Así, ante la avanzada de Pedro de Alvarado desde la costa de Manabí, Diego de Almagro, secundado por Sebastián de Benalcázar, deci-de llevar a cabo una primera fundación de Santiago de Quito el 15 de agosto de 1534 en Ricpamba (topónimo prehispánico que correspondería a Sicalpa), al sur de la actual San Francisco de Quito, que se funda por segun-da vez el 28 de agosto y se consolida con la repartición efectiva de los solares en su ubicación presente, 30 le-guas al norte de Colta, el 6 de diciembre del mismo año (Chacón y Jijón, 2010, pp. 17-19; Almeida, 2013, p. 10). A partir de 1570 inicia la política de reducciones de los indígenas en la Sierra Centro del país, lo que su-pone la concentración de las poblaciones en un patrón de asentamiento nuclear (Chacón y Jijón, 2010; Almei-da, 2013). Debido al crecimiento que experimenta la lo-calidad durante las cuatro décadas posteriores a su pri-mera fundación y a la lejanía con Quito, se genera una rebelión que busca el reconocimiento administrativo de Riobamba como villa, por lo que el cabildo capitalino “envía a Antonio de Ribera y Ruy Díaz Fuenmayor a fundar un pueblo de españoles a San Pedro de Riobam-ba con el objeto de administrar justicia y ‘poner orden’ entre la población indígena y española, dándose el acto oficial de fundación el 9 de julio de 1575” (Rodríguez y Gallego, 2015, p. 226). No obstante, recién el 17 de oc-tubre de 1588 la Villa de San Pedro de Riobamba es re-conocida como tal, con cabildo propio, independiente de Quito, bajo iniciativa del virrey Fernando de Torres y Portugal y, en 1624, se le otorga el título de ciudad me-diante cédula real de Felipe IV (Rodríguez y Gallego, 2015, pp. 226-227). Figura 1 Ubicación de Riobamba en relación a los límites de la Audiencia en los Andes del siglo XVIIINota. Adaptado de Jamieson (2016, p. 167) por Juan García.
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 4 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 A pesar de que la corona ostentaba el poder colo-nial, a nivel local, los cabildos regulaban la vida urba-na y su relación con las áreas rurales en la periferia, en comunicación con la sede de la Audiencia (Jamieson, 2016). La iglesia mantenía el poder económico y social a través de la evangelización, la impartición de sacramen-tos y el cobro de diezmos y kamaris . Además, se debe contar la posición privilegiada de Riobamba en el centro de la Audiencia, en el paso entre la Costa y la Sierra y entre la Sierra Norte y Sierra Sur (fig. 1). Así, la urbe se convirtió en el cuarto núcleo de mayor importancia po-lítica, religiosa y económica en la Audiencia, después de Quito, Guayaquil y Cuenca (Egred, 2000).La región habría sido un centro prehispánico de producción de bienes de fibra de agave o cabuya y, por sus características ecológicas y cantidad de mano de obra disponible, aumenta su importancia como polo económico durante la Colonia. Así, se distingue su ri-queza ganadera y agrícola, que inciden en el desarrollo de la producción textil, acompañada también por va-riadas actividades comerciales que generarán un boom mercantil durante el siglo XVII, en lo que se reconoce como el Siglo de Oro colonial, a través de la exportación de ropa, paños, tapices, bordados, cueros, sogas y corde-les a otros centros de Sudamérica como Bogotá, Lima, Potosí y Santiago de Chile (Egred, 2000; Deler, 2007; Al-meida, 2013; Jamieson, 2012). El desarrollo económico atrajo a las poblaciones blancas y mestizas, que se ubicaron en el centro de la urbe, además de a las órdenes religiosas que influyeron en el trazado y ordenamiento territorial desde muy tem-prano, de la mano de la evangelización. Se ha registra-do la presencia de varias congregaciones que habrían fundado los monasterios, conventos e iglesias de La Matriz, Nuestra Señora de La Merced, San Agustín, La Concepción, San Francisco, Santo Domingo y una casa de jesuitas, así como la iglesia de la Balbanera y la de Nuestra Señora de las Nieves de Sicalpa Viejo. Aunque Figura 2 Plano topográfico de la antigua ciudad de Riobamba N ota. Adaptado de Repositorio Digital Casa de las Culturas Benjamín Carrión (2024). h ttp://repositorio.casadelacultura.gob.ec/bitstream/34000/17718/1/C063.jpg
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 5 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural estas dos últimas no corresponden al área específica del estudio, cabría a futuro aplicar tecnologías no invasi-vas para detectar nuevos datos de interés. Por último, los asentamientos indígenas se ubicaron en los barrios periféricos, así como en las lomas aterrazadas y los ex-teriores de la villa (Almeida, 2013, pp. 9-10; Rodríguez y Gallego, 2015, p. 227). Existe un mapa que expondría el trazado origi-nal de la urbe, antes del terremoto de 1797, aunque su elaboración sea posterior. El plano fue elaborado por Pedro Nolasco Yépez alrededor de 1828 y ha servido como referencia para los estudios arqueológicos mo-dernos, ya que coincide con los hallazgos reportados (Egred, 2000; Jamieson, 2016). A continuación se in-cluye una reproducción del mismo, de propiedad de Alfredo Costales, disponible en el repositorio digital de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (fig. 2). Es pertinente exponer el tipo de construcciones existentes previo al terremoto, ya que sus vestigios se encuentran hoy en el subsuelo del área de investiga-ción. Las estructuras habitacionales presentaban una o dos plantas con zaguán, patio central y traspatios para huertos o caballerizas. De contar con más de un piso, las escaleras podían ser de piedra o ladrillo y se ubicaban en las esquinas, mientras que las paredes podían ser de la-drillo, adobe, tapial o bahareque. En el caso de las casas de la élite blanca-criolla, edificios públicos e iglesias, las fachadas, pórticos y cimientos se construían en piedra. Los techados podían ser fabricados con tejas, carrizo o paja, dependiendo del estatus de sus ocupantes (Egred, 2000, pp. 8-10). El núcleo urbano se ubicó en el centro de la Riobamba Antigua, que actualmente correspon-de al área este de la carretera E35, entre las calles 2 de Agosto y Juan Bernardo de León, parroquia Villa La Unión, cantón Colta, según el plano de Nolasco Yépez. Además de la producción comercial, se repor-tan molinos, fábricas de materiales de construcción y de cerámica. La alfarería rústica de engobe rojo o sin acabado de superficie se fabricaba utilizando técnicas prehispánicas y coloniales en las afueras de la ciudad. La cerámica vidriada, típica de los contextos de este si-tio, provendría de Quito o se fabricaría de forma local, según los análisis expuestos por Jamieson (2016). La porcelana y loza vendrían de otros centros de produc-ción externa.El siglo XVIII significó un declive para la ciudad debido al colapso de la industria textil, el impacto del terremoto de 1698 y, luego, el de 1797 (Egred, 2000). Así, el 4 de febrero de 1797, hacia las 07:45, ocurrió un sismo de 8,3 grados en la escala de Richter (11K en la escala MSK) que destruyó las edificaciones de la villa y provocó el deslizamiento del cerro Cullca, cuya acumulación de sedimentos y agua cubrió aproximadamente una cuarta parte del poblado, además de represar los ríos Guaco-na (Sicalpa), Cunuc Pogyo y Santo Domingo, los cuales inundaron el área. Numerosas poblaciones, haciendas e industrias en las actuales provincias de Chimborazo, Tungurahua y Bolívar quedaron arrasadas, así como la infraestructura vial (Egred, 2000; Chacón y Jijón, 2010).En la zona de interés de este trabajo, “se destruye-ron por completo todas las iglesias y conventos, edificios públicos, el hospital y sus seis escuelas” (Egred, 2000, p. 14). La cifra oficial de muertos fue de 12 353 perso-nas más 800 no contabilizadas que darían un aproxima-do de 13 533 fallecidos. Cabe recalcar que no se con-tó a la población mestiza, pobre e indígena, por lo que los muertos pudieron haber superado los 16 000, cifra importante considerando que la población del corregi-miento de Riobamba y sus 17 poblados era de 66 827 habitantes en 1783 (Egred, 2000, pp. 55-56). Al no quedar estructuras en pie, además del ane-gamiento de los barrios por el deslizamiento del cerro Cullca y el represamiento de los ríos, se propone la reu-bicación de la ciudad. El 21 de marzo de 1797 se ins-taura un cabildo abierto en Cajabamba que, tras largas deliberaciones, decide el traslado a las llanuras de Tapi, 17 kilómetros al noreste de la localidad. El 8 de junio se aprueba la ubicación y el 17 del mismo mes se ordena al obispo la movilización de las órdenes religiosas. El 17 de julio se decreta oficialmente el traslado. Ya que el tiempo había pasado y muchos pobladores no que-rían reubicarse, se prohibió efectuar escrituras fuera de la nueva zona convenida y la ejecución de obras en la antigua urbe, logrando consolidar la nueva Riobamba hacia el año 1799 (Egred, 2000, pp. 84-86).
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 6 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 El área actual de Colta se reocupa durante el siglo XIX, sobre todo por población indígena, quedando la vi-lla reducida a un tenientazgo. El 2 de agosto de 1884, ya entrada la República, se crea el cantón Colta y la cabe-cera de Villa La Unión dentro de la provincia de Chim-borazo (Rodríguez y Gallego, 2015). Es interesante que, durante algunas excavaciones, se hayan expuesto pisos y ocupaciones más superficiales que también se refieren a estos momentos de la vida republicana, hasta el siglo XX (Castro et al., 2015). Al rescate de la ciudad sepultada Algunas investigaciones arqueológicas han per-mitido identificar los vestigios de la antigua ciudad de Riobamba-Sicalpa. La primera se inició en 1984, a cargo de Jara (1991), quien se enfocó en la excavación de las evidencias coloniales anteriores al terremoto de 1797. Él excavó los sitios de La Concepción, en las actuales calles Magdalena Dávalos y Riobamba; La Matriz, entre las ca-lles Riobamba, 2 de Agosto, Zambrano y Gorivar, actual sede del gobierno municipal; Santo Domingo, al oriente de la quebrada Quilluyacu; La Merced, en el área de la escuela Mariano Borja; San Agustín, aproximadamen-te entre las calles Magdalena Dávalos y Almagro, y San Francisco, al oeste del área de estudio por la calle Mar-tín de Aranda, hallando los vestigios de tales templos y edificaciones religiosas. De 2004 a 2009 se lleva a cabo el “Proyecto de Ar-queología Histórica Sicalpa”, bajo el liderazgo de Jamie-son (2012, 2016) y un equipo de estudiantes para abor-dar el componente colonial de la antigua Riobamba. Luego, durante la ampliación del mercado municipal y la construcción del nuevo mercado de la ciudad, Morei-ra (2013) implementa estudios de impacto arqueológico. De la misma manera ocurre con la Unidad Judicial de Colta donde se hallaron fragmentos cerámicos prehis-pánicos y coloniales y huesos de animales (Almeida, 2013). Durante el Decreto de Emergencia de 2008 se efectúa buena parte del inventario de sitios arqueológi-cos del país, que hoy se encuentra en el Sistema de In-formación del Patrimonio Cultural del Ecuador (Sipce). También, dentro los estudios realizados en la laguna de Colta e inmediaciones, se logran avances arqueológicos (Chacón y Jijón, 2010).Cabe recalcar un hecho no menor: en 2015, el Ins-tituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) autorizó el proyecto “Monitoreo arqueológico para el sistema de alcantarillado y agua potable en el cantón Colta de la provincia de Chimborazo” el cual, tras una inspección ejecutada el 29 de abril de 2015, informa sobre la visita a “8 frentes de trabajo de los 17 que se ejecutan para-lelamente, en ninguno de éstos se encontraba presente el equipo de trabajo arqueológico (arqueólogo respon-sable, 1 monitor arqueológico, 2 ayudantes de campo, 1 antropólogo forense, 1 arquitecto restaurador)”. Duran-te la inspección se hallaron muros, restos óseos, piedras labradas y material cultural fragmentado afectado por el desarrollo de la obra, sin el trabajo del personal técnico arqueológico, lo que dio lugar a la suspensión de las ac-tividades. No ha quedado informe de tal proyecto, pero por fortuna se cuenta con un informe de fiscalización (Constantine y Granja, 2015) donde se reportaron evi-dencias arquitectónicas y una gran cantidad de material cerámico en los barrios de San Francisco y San Sebas-tián y restos óseos en este último.Tras las problemáticas descritas, se contrata un nuevo equipo de profesionales que intervienen en el área de la obra de infraestructura. Así, se presenta un nuevo informe sobre el monitoreo arqueológico de la zona de impacto directo del sistema de alcantarillado y agua potable de Colta (Castro et al., 2015). Este pro-yecto intervino áreas directamente relacionadas con el presente estudio, por lo que sus datos expuestos y re-sultados son útiles para contrastar con la información de nuestras investigaciones. Posteriormente se realizó la prospección arqueológica para la construcción del mer-cado mayorista de Villa La Unión (Granja, 2016) con un fin similar al del trabajo de Moreira (2013), ampliando a su vez el área de estudio. Por último, en 2022 se realiza el monitoreo arqueológico sobre el adoquinado de la ca-lle 2 de Agosto (Camino y Ávila, 2022). En este contexto, se procede en 2023 con la pros-pección arqueológica con georradar previa a otra rege-neración urbana en Colta. El trabajo se ejecutó en dos fases: la primera en campo, en la cual se recopiló toda la información de los sitios de interés y la segunda en
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 7 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural gabinete, en donde se procesaron todos los datos levan-tados. La aplicación de georradar se cumplió con las siguientes actividades secuenciadas: abscisado y coloca-ción de marcas visibles a lo largo de las superficies es-pecíficas del estudio, vuelos fotogramétricos con dron, generación del ortomosaico de la zona, levantamiento de perfiles con georradar, procesamiento de la informa-ción (radargramas), generación de entregables, planos e informes. Dentro del levantamiento con radar de penetra-ción terrestre (GPR) o georradar, el abscisado es el paso previo antes de ejecutar el vuelo fotogramétrico. En esta etapa, se colocan marcas en la superficie de interés, las cuales deben definir los vértices de los polígonos que se van a levantar, además de señalar la ubicación del inicio y final de los perfiles que recorre el georradar. La profun-didad del GPR puede llegar hasta los 10 m, sin embar-go, se calibra según la naturaleza de la investigación y el tipo de suelo sobre el que se trabaja. La distribución del abscisado se hizo para generar mallas con perfiles longi-tudinales y transversales con una separación de 50 cm entre sí, la cual garantiza que los radargramas se puedan consolidar en una tomografía del área de estudio.El vuelo fotogramétrico se practicó sobre la zona de estudio con el dron DJI Mavic 3E. Para realizar el levantamiento se generaron dos planes de vuelo a 60 y 100 m de altura respectivamente. Además, se incluyó un modelo digital de elevaciones, lo cual permite que la ae-ronave mantenga una altura constante de vuelo siguien-do la forma del terreno. Este trabajo permitió obtener la información necesaria para procesar y generar una or-tofotografía. A la par, durante la planificación del vuelo se colocaron marcas de control terrestre (GCP) para la georreferenciación del ortomosaico. El procesamiento de la información obtenida con el dron se realizó con el software Pix4D y, para georreferenciar el ortomosaico, se utilizaron los GCP. Finalmente, tras la fotogrametría se obtuvo el ortomosaico de la zona de estudio (fig. 3). Figura 3 Ortofoto del área de estudio
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 8 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 El levantamiento de los perfiles con georradar se realizó con el equipo Leica DS2000 y la controladora Gtac CT1000. La caracterización del sitio permitió mo-dificar los parámetros de configuración del georradar. Este proceso involucra las siguientes etapas: 1. Calibra-ción de odómetros: permite adecuar el desplazamiento del equipo a las distancias reales de los perfiles de le-vantamiento, en concordancia con las condiciones del sitio de estudio. 2. Levantamiento de un perfil de mues-treo: permite modificar los parámetros de configuración del georradar con base en las condiciones actuales del terreno; es una aproximación que faculta a las señales alcanzar la mayor penetración posible sin perder reso-lución en los radargramas. 3. Configuración: define los parámetros con los que el equipo va a levantar la infor-mación y generar los radargramas.Una vez configurado el equipo, se creó un proyec-to por cada superficie levantada, generando un total de 38 proyectos, para los que se utilizó como mapa base la ortofoto obtenida. Por otra parte, se empleó el abscisado para la creación de los perfiles longitudinales y trans-versales por donde se hizo el escaneo con GPR, confor-me a la malla definida en la sección anterior (fig. 4). Du-rante el levantamiento, se evaluaron en tiempo real los radargramas con el fin de verificar que la configuración del georradar sea adecuada y alcance la profundidad re-querida de al menos 2 m (fig. 5). El levantamiento con GNSS se realizó con recep-tores Stonex modelo S900A, cuyo modo de trabajo fue RTK a través de NTRIP, conectándose a la estación de referencia ECU_VIETIC_COLTA. Este escaneo permi-tió obtener la información relacionada a alcantarillado, agua potable, postes, etc. Se registró toda la infraestruc-tura para discriminar con mayor precisión las anoma-lías relacionadas a construcciones modernas.El procesamiento se realizó con los programas uNext e IQMaps de Leica, analizando cada perfil por separado con el fin de identificar la mayor cantidad de anomalías posible. El primer paso para procesar los ra-dargramas es realizar una calibración de profundidad Figura 4 Proyecto generado para el levantamiento sobre la calle 2 de AgostoN ota. Superficie de 5 x 50 m, malla con perfiles separados 50 cm entre sí.
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 9 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural que permite ajustar la velocidad de propagación de las señales a un valor adecuado a la situación real del levan-tamiento, ya que cualquier variación en la composición del suelo puede influir directamente en la detección y penetración de las señales. Una vez calibrada la pro-fundidad, se analiza perfil por perfil para distinguir el mayor número de anomalías. En este estudio se puso especial énfasis a los primeros 3 m de profundidad, con-siderando que a partir de los 4 m se distorsiona la señal debido a la humedad presente en el subsuelo y que las investigaciones previas de Castro y colegas (2015) tuvie-ron los hallazgos más relevantes por sobre los 2 m. Tras analizar los perfiles del levantamiento, se genera la to-mografía del área de estudio, la que permite reconstruir en 3 dimensiones la superficie registrada, con lo cual se examina capa por capa la presencia de estructuras, tuberías, desagües o cualquier acumulación de anoma-lías en la zona de interés. En la fig. 6 se muestran varios cortes de la Plaza Orozco a diferentes profundidades. Cuando se detecta cualquier tipo de infraestruc-tura, se genera la región visualmente correspondiente a la ubicación de cada elemento. Todas las regiones e infraestructura revelada se exportan como archivos .shp para poder generar los planos respectivos (fig. 7).El proceso descrito en esta sección se replicó para toda el área de estudio. Cabe indicar que, para las trans-versales, se realizaron muestreos de 10 m a cada lado del centroide de la cuadra, de tal manera que se pueda tener un panorama de las anomalías en estas calles. Figura 5 Levantamiento en campo
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 10 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 Figura 6 Cortes de tomografía del levantamiento en la Plaza Orozco Nota. 1. 50 cm, 2. 100 cm, 3. 150 cm, 4. 200 cm. Figura 7 Ejemplo de plano de zonas y elementos detectadosNota . Se muestran tuberías como líneas rojas y áreas de estructura subterránea delimitada por polígonos verdes.
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 11 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural Prospección arqueológica Tras el análisis de informes de investigación como el de Castro y colegas (2015), donde fue de gran utilidad la excavación de cateos, o el de Camino y Ávila (2022), en donde se indica que el “Instituto Nacional de Patri-monio Cultural Z3, nos sugirió que se haga cateos cada 50 metros a lo largo de la calle 2 de agosto” (Camino y Ávila, 2022, p. 35), se consideró pertinente la excavación puntual de cateos de 1x1 m en áreas sin excavaciones arqueológicas previas para diagnosticar el grado de in-tervención del subsuelo. Hay que recordar que el énfasis principal de este estudio se encuentra en la prospección no intrusiva con GPR y que esta actividad es solo un complemento para entender mejor la situación in situ del patrimonio arqueológico. Se efectuó un recorrido pedestre que permitió seleccionar los sitios a intervenir. Tras la apertura del primer cateo, se observan en todos estratos gruesos for-mados por rellenos del suelo original removido y recolo-cado para las distintas obras que se han dado en la zona (fig. 8). Todos los cateos se hallaron disturbados por la implantación de infraestructura moderna: el Cateo 1 presentó una tubería de asbesto; el Cateo 2, una man-guera de agua; el Cateo 3, una tubería de agua potable; el Cateo 4, una posible tubería de recolección de aguas lluvia cubierta por el Rasgo 1, y el Cateo 5, una tubería de asbesto.Cabe mencionar que, a pesar del alto grado de intervención del subsuelo, todos los cateos presentaron evidencias arqueológicas fragmentadas. Se consideró prudente otorgar una sola procedencia a todo el mate-rial cultural derivado de un mismo estrato, ya que no se observaron contextos claros, pisos definidos o cambios por nivel arbitrario, sino estos grandes rellenos homo-géneos con fragmentos de material cerámico, óseo y, en casos muy puntuales, malacológico (1), lítico (2) y me-tálico (1).En total, se recuperaron 221 fragmentos cerámi-cos. El cateo del que se extrajo más material cultural es el número 5, en la calle Riobamba Antigua, antes de lle-gar a la Panamericana (E35), donde se habría ubicado el Hospital de la Real Caridad (Denis, 2008). Por ser un universo bastante pequeño, se consideraron como diag-nósticos todos los tiestos que presentaran algún atributo morfofuncional (bordes, bases, asas), huellas de uso (ho-llín o ahumado) o terminados y decoraciones (engobes, vidriados, pintura, apliques, etc.). Así, del total de los fragmentos, 106 fueron clasificados como diagnósticos.Se dividió el análisis del material entre vidriado, loza y porcelana -claramente coloniales- y no vidriado que, al encontrarse junto a restos indicadores del perío- Figura 8 Detalle de tubería en Cateo 3 y reconstrucción de perfiles
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 12 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 do colonial, podría tratarse de material local o rústico colonial, con técnicas de manufactura prehispánica que se continuaron usando ampliamente en la Colonia. Sin embargo, no se descarta que, por el grado de remoción del suelo y disturbación de los estratos arqueológicos, pudieran existir ocupaciones prehispánicas en el sitio, aunque la mayoría de las investigaciones no han repor-tado contextos de este tipo en el área.Es relevante indicar el cateo de origen de los fragmentos no vidriados y de los vidriados, bajo la pre-sunción de que los primeros corresponderían a vajilla utilitaria dedicada a la cocción o almacenamiento de alimentos, mientras que los segundos serían utilizados para servirlos y consumirlos. Así, la mayor cantidad de tiestos no vidriados proviene del Cateo 5, área del Hos-pital, mientras que el mayor número de tiestos vidriados resultan del Cateo 3, del área de un posible predio priva-do en la calle Almagro, según el mapa de Nolasco Yépez.Sobre las decoraciones, en los fragmentos no vidriados, la más común es la pintura roja, aunque también existe pintura crema, marrón, verde y un res-to presentó ornamento con aplique. Para describir las decoraciones de los fragmentos vidriados se ha tomado como referencia los trabajos de Denis (2008), Balanzá-tegui (2011), Jamieson y colegas (2013) y Vargas y cole-gas (2016). Al comparar los tiestos recuperados con los análisis citados, se considera que todos los fragmentos vidriados serían de manufactura local.El 13,72% de la muestra pertenecería al verde y marrón sobre crema rosáceo, posiblemente de Quito; el 25,49%, al azul sobre crema, posiblemente de Quito; el 19,6%, al verde y marrón sobre crema amarillento, posi-blemente de Riobamba; el 23,52% serían vidriados ver-des locales; el 5,88%, vidriados crema locales y el 1,96%, a un fragmento, por una cara verde y por otra crema. En adición, se cuentan dos restos que pertenecerían al tipo loza creamware , uno al loza whiteware y dos serían de porcelana, importados (Jamieson et al., 2013; Vargas et al., 2016) (fig. 9). Figura 9 Fragmentos de cerámica colonial recuperados durante el proyecto
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 13 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural La cerámica vidriada, presente en los Cateos 1, 3, 4 y 5, permite asignar una temporalidad general a los hallazgos en el período colonial. La mayoría de los frag-mentos corresponden a tipos locales, que se empiezan a producir después del cierre de las fábricas panameñas en 1670, debido a la destrucción de la ciudad costera por piratas (Jamieson, 2001; Rovira, 2001; Jamieson y Han-cock, 2004; Jamieson et al., 2013). Por ello, los restos cerámicos vidriados recuperados podrían situarse entre fines del siglo XVII y el siglo XVIII. Según lo descrito por Vargas y otros (2016, p. 111), la loza creamware se habría producido entre 1760 y 1800, lo que la manten-dría en el rango de tiempo propuesto.Las investigaciones de Jara (1991), Denis (2008) y Castro y colegas (2015) sitúan los hallazgos de tipo mo-numental entre finales del siglo XVII y el siglo XVIII, por lo que podríamos asociar las anomalías halladas por el georradar a estos siglos. Los fragmentos de loza whi-teware datan de entre 1840 y 1880 (Vargas et al., 2016, p. 111), lo que indicaría la posible presencia de contextos republicanos del siglo XIX, disturbados por las múlti-ples remociones de suelos sufridas entre los siglos XX y XXI.Aunque es imposible presentar el análisis de las anomalías en un solo artículo, a continuación se presen-tarán los resultados más relevantes. En total, durante la prospección geofísica se determinaron 124 anomalías lineales y 51 áreas con acumulación de anomalías de distintas formas, hasta los 4 m de profundidad. En su mayoría, las primeras podrían corresponder a tuberías modernas. No obstante, según lo descrito en apartados anteriores, existen aún debajo del subsuelo numerosos canales rectilíneos de la época colonial y republicana y, por tanto, se deben investigar al levantar el empedrado actual (fig. 10). En adición, todas las calles estudiadas presenta-ron áreas con concentraciones de anomalías geométri-cas, circulares o de forma indeterminada. Se consideran Figura 10 Ubicación de las anomalías lineales detectadas durante levantamiento con georradarN ota. Posibles tuberías y canales, modernos y antiguos.
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 14 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 como más relevantes las ubicadas entre los 20 cm, don-de termina la capa de base para la colocación del empe-drado, y los 2 m de profundidad, donde concluirían la mayoría de las evidencias de origen antrópico para dar paso al estrato culturalmente estéril.Así por ejemplo, son de interés las anomalías de la calle Magdalena Dávalos a partir de los 84 cm, profun-didad aproximada donde se reportaron pisos asociados a la ocupación colonial (Castro et al., 2015). En la calle Martín de Aranda, junto al Convento de San Francisco, se reportaron pisos de ladrillo, piedra, tierra apelma-zada, accesos, graderíos, canales, cimientos de piedra, fachadas, arquerías, bases de pilares, metates, cerámica y restos óseos (Jara, 1991). La prospección evidenció 3 grupos de anomalías en esta área, entre ellas: una posi-ble tubería o canal lineal, entre los 78 y 96 cm; una rec-tangular, que se podría relacionar con la ocupación de San Francisco, y una concentración de forma indefinida a partir de los 150 cm, que podría tratarse de un cambio de suelo o un rasgo excavado hasta esta profundidad.En la calle 2 de Agosto, destacan 4 anomalías de-tectadas en la cuadra entre la E35 y Miguel Zambrano, que podrían tener relación con los empedrados de la vía colonial o cimientos y material de las estructuras de los predios de Jácome, Altamirano y Vallejo, al sur, y Flo-res, Chiriboga o Altamirano, al norte. En la cuadra entre Miguel Zambrano y Mariana de Jesús, se reconoció un área de muy alta sensibilidad arqueológica por hallarse entre la Iglesia Matriz, La Compañía, los entierros ha-llados en 2022 por el INPC y un posible empedrado del siglo XX a 80 cm de profundidad (Castro et al., 2015, p. 223; Galarza, 2022), con los que se podría relacionar 5 anomalías detectadas.En la calle Riobamba Antigua, entre la E35 y Mi-guel Zambrano, se excavó el Cateo 5, con mayor densi-dad de restos óseos que el resto de las unidades, a pe-sar de la remoción previa por obras de alcantarillado. Además, en la zona de influencia, Denis (2008) reporta abundante material cultural, muros, pisos, suelos de-corados y dos entierros humanos, asociados a los siglos XVII y XVIII. Las anomalías identificadas no descartan la presencia de cimientos, canales, pisos, entierros u otros rasgos reportados en las áreas no disturbadas por la implantación de las tuberías o ubicadas alrededor de las mismas. Antes de la intersección con la Miguel Zam-brano se detectan dos grandes anomalías, que podrían estar relacionadas con los pisos o muros de piedra re-portados por Denis (2008), ya que a ambos lados de la calle existieron estructuras del Hospital o de los predios privados al oeste del mismo, según el mapa de Nolasco Yépez.El transecto de la calle Riobamba Antigua, entre Miguel Zambrano y Mariana de Jesús, cae en el área de influencia de La Matriz y Plaza Central, por lo que es po-sible encontrar rasgos arquitectónicos como pisos, cana-les, tuberías y muros (Jara, 1991). También se registran dos excavaciones de monitoreo con múltiples rasgos, como restos de un piso de piedra, un muro, evidencias de un derrumbe, rellenos de piedras de distinto tamaño, estratos de argamasa, ladrillos para canalización, una tubería antigua, visibles desde unos 25 cm hasta los 150 cm (Castro et al., 2015). Se registraron 4 concentracio-nes de anomalías a profundidades culturales y varias anomalías lineales que podrían corresponder a los ca-nales o muros reportados en los alrededores. En la Plaza Orozco, los resultados de la prospec-ción con georradar son interesantes, ya que se observa una anomalía geométrica que, por su composición, pa-recería ser restos de una posible estructura con 11 com-partimentos rectangulares. El muro más largo, con di-rección noroeste-sureste, tendría 30,33 m; el siguiente, al oeste, unos 24 m, y las paredes secundarias, en direc-ción suroeste-noreste, que formarían las habitaciones, entre 8 y 5 m. La segunda anomalía es lineal, en direc-ción suroeste-noreste, y parece tener dos secciones: una de aproximadamente 7,25 m y otra de 6,42 m. La cruza otra anomalía en forma de “L” con 11,17 m en dirección noroeste-sureste y 3,77 m en dirección suroeste-noreste (fig. 11). Conclusiones El área que ocupa Villa La Unión presenta una sensibilidad arqueológica muy alta por ser la ubicación original de Riobamba, que se trasladó a la ciudad ac-tual a inicios del siglo XIX por el terremoto de 8,3 grados de 1797 y posterior deslave del cerro Cullca. El sismo creó un escenario similar al “efecto Pompeya”, en donde
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 15 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural Figura 11 Anomalías geométricas identificadas en la Plaza José Orozco N ota. En la plaza (izq.) y croquis de las mismas (der.). muchos de los contextos arqueológicos se hallaban en-terrados sin mayor perturbación bajo capas de suelo de origen natural y rellenos antrópicos. Cabe recalcar que este es un término utilizado en arqueología para referir-se a sitios que se han mantenido en el tiempo sin per-turbaciones, a partir de un evento natural que sella el estrato cultural. No obstante, de manera más analógica, un símil más apropiado y reciente en cuanto al tipo de evento natural sería la destrucción de Ambato de 1949 con deslizamientos de tierra sobre las localidades de Pe-lileo, Patate, Guano, entre otras. Volviendo a Riobam-ba, entre la década del 90 del siglo pasado hasta 2010, distintos equipos de investigadores pudieron recuperar valiosa información sobre la villa colonial (Jara, 1991; Michaels, 2006; Denis, 2008; Chacón y Jijón, 2010; Ja-mieson, 2012; Balanzátegui, 2012). Esta investigación ha buscado sintetizar los prin-cipales hallazgos de estudios pasados en el área de in-tervención de las obras previstas. Lastimosamente, a partir de 2012 se ejecutaron proyectos modernizadores, como el rediseño del Parque Orozco y la implementa-ción del sistema de alcantarillado y agua potable en el cantón Colta, sin la presencia de arqueólogos o profe-sionales del caso y sin cumplir los estándares científi-cos requeridos para un sitio de estas características, lo que resultó en la extensa destrucción de los contextos y la fragmentación de la información que queda sobre los mismos. Se considera una grave pérdida de conoci-miento arqueológico de la Sierra Centro del país y de los procesos de conformación de las urbes coloniales en los Andes septentrionales. Actualmente, el mapeo con georradar de las ano-malías no solo ha permitido encontrar múltiples áreas que podrían presentar vestigios, sino que además ha evidenciado la extensa intervención que ha sufrido el área, sobre todo por la implantación de tuberías y ca-nales. El grado de alteración de los subsuelos fue corro-borado durante la excavación, ya que se identificaron intervenciones modernas de este y del pasado siglo que no permitieron el hallazgo de ningún contexto cerrado. La estratigrafía presentó una serie de rellenos sucesivos que fueron conformados con los suelos originales remo-vidos para la colocación de las tuberías, por lo cual pre-sentaban material arqueológico muy fragmentado mez-clado con basura moderna como botellas de cerveza o gaseosas, clavos, bolsas, plásticos, telas, tapas, partes de juguetes, entre otros. Aun así se registró material cerá-mico, óseo, restos de metal, obsidiana y concha. Se debe tomar en cuenta que los rasgos, como entierros y parte superior de los muros, aparecen desde niveles muy superficiales, por lo que incluso acciones como la ruptura del pavimento o remoción de la piedra
Juan Andrés Jijón Porras, Kyra Torres Jiménez y Patricio Moya Velasco 16 Revista Ecuatoriana de Arqueología y PaleontologíaSTRATA, 07-12/ 2024, vol. 2, nro. 2 podrían poner al descubierto este tipo de evidencias. Además, el levantamiento con georradar demuestra la existencia de anomalías más profundas que las tuberías, que podrían tratarse de catacumbas o restos de estruc-turas subterráneas (Jara, 1991), basurales o pozos (Mi-chaels, 2006), así como canales y tuberías antiguas de cerámica, bajo el ladrillo y la piedra (Castro et al., 2015). Tampoco se descarta que parte de las anomalías den cuenta de fracturas en el lecho original o cambios de suelo debido al terremoto y deslave sucesivo o a los cam-bios de curso que estos crearon en los ríos que rodean la ciudad, según informan las fuentes históricas (Egred, 2000), lo cual también es relevante si pensamos en una arqueología del paisaje o historia ambiental de Colta.En cuanto a la hipótesis del estudio, se considera que el uso de tecnologías no intrusivas sin duda aporta al conocimiento de los sitios arqueológicos ya identificados -en el caso de una prospección en un área como Colta- y permite generar estrategias para la mitigación de los posibles impactos de los proyectos. Estas técnicas pre-sentan ventajas, como la posibilidad de prospectar áreas cubiertas por la mancha urbana, que de otra manera irían directo a un monitoreo casi “a ciegas”, sin embargo, hay que ser conscientes de sus limitaciones. El uso del georradar se considera particularmente útil en contextos con rasgos arquitectónicos en materiales como la piedra -coloniales e incluso incas- ya que las formas de las ano-malías se podrán visualizar más fácilmente. Pero también presenta limitantes, como el hecho de que suelos con capas de rellenos muy densas de gra-villa o piedra impiden generar buenas lecturas; o que la profundidad máxima de penetración -entre 3 y 6 m dependiendo de la zona- no siempre llegaría a los con-textos más tempranos en la Sierra; o que distintos tipos de suelo, grado de humedad o infraestructura a niveles más superficiales pueden generar un rango mayor de error en la estimación de profundidades, en las que se encontrarían las anomalías más bajas, y sus formas. Por eso se concluye que estas tecnologías, por sí solas, solo son herramientas para generar datos que requieren ne-cesariamente de investigaciones de campo, gabinete y laboratorio para generar información más completa y contextualizada. No reemplazan las técnicas tradiciona-les, como la excavación de unidades, si se requiere com-probar la naturaleza de las anomalías, la estratigrafía, generar relaciones cronológicas o rescatar la mayor can-tidad de conocimiento posible de un contexto arqueoló-gico que será alterado por una obra posterior. No se puede olvidar que la formación del registro arqueológico es resultado de cientos, y hasta miles, de años de ocupación sucesiva de los espacios por las so-ciedades humanas y de su constante interacción con el entorno. Por ello, no se debería negar el uso moderno de áreas con historias de ocupación tan largas como las de Colta, ni la construcción de infraestructura que permi-ta mejorar la calidad de vida de los habitantes actuales, siempre y cuando se logre un equilibrio con la protec-ción, conservación, investigación, difusión, uso público y disfrute del patrimonio cultural, en este caso, arqueo-lógico e histórico que es también parte de la identidad de las poblaciones vivas. Agradecimientos Agradecemos a ArqueoSapiens S. A. por todo el trabajo de integración del proyecto. Agradecemos a la Dirección Técnica Zonal 3 (DTZ3) del INPC por su soporte técnico en las investigaciones. Agradecemos a Vietic Cía. Ltda. por su valioso aporte tecnológico y por su equipo de trabajo de alto nivel. Gracias al Municipio de Colta por el acompañamiento. Finalmente, gracias a Juan García por su importante aporte cartográfico. Referencias Almeida, E. (2013). Informe de prospección arqueológica del inmueble de la Unidad Judicial de Colta (Infor-me inédito). INPC-DTZ3.Balanzátegui, D. (2012). Colonial indigenous and mesti-zo foodways: ceramic analysis and ethnoarchaeo-logy in the Highlands of Ecuador (Tesis de maes-tría). Simon Fraser University.Barba, D. (2022). Especificaciones técnicas proyecto: Re-generación e intervención urbana de la cabecera Fecha de recepción: 3 de julio de 2024 Fecha de aceptación: 12 de septiembre de 2024
Interpretando las huellas de la Riobamba Antigua: georradar y arqueología preventiva aplicada en contextos coloniales de Villa La Unión, Colta, Chimborazo 17 INPC 2024Instituto Nacional de Patrimonio Cultural cantonal, Villa la Unión del Cantón Colta, provin-cia de Chimborazo . GADM Colta.Camino, B. y Ávila, J. (2022). Adoquinado de la Calle 2 de Agosto. Cantón Colta. Informe Final del moni-toreo arqueológico (Informe inédito). GADM de Colta.Castro, G., Cordero, D., Rodríguez, C., De la Vega, J. y González, F. (2015). Informe Final, propuesta del monitoreo arqueológico del área de impacto direc-to del sistema de alcantarillado y agua potable del cantón Colta, en la provincia de Chimborazo (In-forme inédito). INPC-DTZ3.Chacón, R. y Jijón, W. (2010). Prospección arqueológi-ca en el área de la laguna de Colta, reservorio de agua potable, área de desechos sólidos. Diagnósti-co arqueológico poblados Villa La Unión y Sicalpa Viejo. Provincia de Chimborazo (Informe inédito). INPC-DTZ3.Constantine, A. y Granja, A. (2015). Informe compilado de fiscalización arqueológica. Construcción del sis-tema de agua potable, alcantarillado mixto en la ciudad Villa La Unión y alcantarillado sanitario alrededor de la laguna de Colta, cantón Colta, pro-vincia de Chimborazo. GADM Colta. Deler, J. (2007). Ecuador: Del espacio al Estado nacional. UASB, IFEA, Corporación Editora Nacional. Delgado, F., Vásquez, J., López, A. y Jiménez, E. (2015). Informe de la Propuesta arqueológica no invasiva en la Plaza de San Francisco y tramo de la calle Cuenca, zona de construcción del metro de Quito (Informe inédito). INPC.Denis, M. (2008) El Hospital de la Real Caridad: A histo-rical and archaeological investigation of institutio-nal power at a late colonial period hospital in the Ecuadorian Andes (Tesis de doctorado). Simon Fraser University.Echeverría, J. (2011). Glosario de Arqueología y temas afines (Tomo I). INPC.Egred, J. (2000). El terremoto de Riobamba. Abya-Yala.Fournier, P. (1999). La arqueología del colonialismo en Iberoamérica: balance y perspectivas . Boletín de Antropología Americana , (34), 75-87.Galarza, B. (2022). Memorando Nro. INPC-Z3-08-BGR-2022 del 21 de abril de 2022 . INPC-DTZ3. Granja, A. (2016). Informe de Prospección Arqueológica. Elaboración de estudios integrales de diseño para la construcción del Mercado Mayorista, Villa La Unión, cantón Colta (Informe inédito). INPC-DTZ3.Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (2014). Ins-tructivo para fichas de registro e inventario. Bienes arqueológicos. INPC.Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (2023). Pro-tocolo de recepción de bienes arqueológicos y/o pa-leontológicos procedentes de investigaciones . INPC.Jamieson, R. (2001). Majolica in the Early Colonial An-des: The Role of Panamanian Wares . Latin Ameri-can Antiquity , 12 (1), 45-58. http://www.jstor.org/stable/971756Jamieson, R. (2012). Informe sobre reconocimiento y ex-cavaciones cantón Colta, Chimborazo, Ecuador Temporadas 2004-2009 (Informe inédito). INPC-DTZ3.Jamieson, R. (2016). «Barrio de indios»: arqueología de una parroquia urbana periférica en la ciudad co-lonial de Riobamba, Ecuador . Boletín de Arqueo-logía PUCP , (21), 163-175. Jamieson, R. y Hancock, R. G. V. (2004). Neutron activa-tion analysis of colonial Ceramics from southern highland Ecuador . Archaeometry , 46 (4), 569-583.Jamieson, R., Hancock, R. G. V., Beckwith, L. A. y Pi-druczny, A. E. (2013). Neutron activation analy-sis of Inca and colonial Ceramics from central highland Ecuador. Archaeometry , ( 55) 2, 198-213.Jara, H. (1991). Proyecto Antigua Riobamba-Sicalpa. Evidencias arqueológicas de la primera ciudad co-lonial de Riobamba . Museo del Banco Central.Jijón y Caamaño, J. (1997). Antropología prehispánica del Ecuador. Abya-Yala.Michaels, G. (2006). Proyecto de arqueología de los mo-nasterios de La Merced y San Agustín en la antigua villa de Riobamba . (Informe inédito). GADM de Colta.Ministerio del Ambiente del Ecuador (2013). Sistema de Clasificación de los Ecosistemas del Ecuador Con-tinental. Subsecretaría de Patrimonio Natural.Moreira, M. (2013). Prospección Arqueológica para la Ampliación del Mercado Municipal y la construc-
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