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INPC 2024
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural
Francisco Valdez
UMR PALOC: Instituto de Investigación para el Desarrollo, Francia -
Museo Nacional de Historia Natural, París
francisco.valdez@ird.fr
Julio Hurtado
Investigador asosiado a la Unidad Mixta de Investigacion PALOC (Patrimo-
nios Locales, Gobernanza y Globalizacion) IRD, MNHN, Paris
juliohs1961@hotmail.com
Alexandra Yépez
Investigadora asosiada a la Unidad Mixta de Investigacion PALOC (Patri-
monios Locales, Gobernanza y Globalizacion) IRD, MNHN, Paris
aiyepez@hotmail.com
Laguna de la Ciudad: construcción de paisajes culturales en el norte
de Esmeraldas.
La costa de la provincia de Esmeraldas está dominada por un ecosistema de manglar/bosque tropical húmedo, que aparente-
mente no es propicio para grandes concentraciones de población. Sin embargo, la zona norte fue antaño el emplazamiento de
una formación social compleja hoy denominada La Tolita-Tumaco. La adaptación humana a entornos tropicales, con humeda-
les, se refleja en la organización/utilización del espacio y en el desarrollo de sistemas productivos con técnicas especializadas.
Uno de estos sistemas, la agricultura sobre campos elevados, o camellones, ha sido evidenciado en un área conocida como la
Laguna de la Ciudad. Ubicada en la punta del delta del río Santiago, su evolución ha podido ser estudiada desde el primer mi-
lenio antes de la Era Común (a.C.). Este artículo describe la evidencia arqueológica relacionada con su implantación, apogeo y
abandono a lo largo de 3000 años. Junto al estudio del funcionamiento del sistema agrícola, en esta parte de Esmeraldas, varias
cuestiones científicas ocupan un lugar central: el origen del poblamiento de la región, la utilización del espacio y el desarrollo
de las redes comerciales, las interacciones a corta y larga distancia, la aparición y decadencia de sistemas socioculturales com-
plejos, la evolución tecnológica de la metalurgia y el simbolismo de los grandes estilos artísticos.
Resumen
STRATA, 01-06/ 2024, vol. 2, nro.1, e12
https://doi.org/10.5281/zenodo.10596169
Periodicidad: semestral - continua
Chorreroide, La Tolita, humedales, camellones, metalurgia
Palabras clave:
Revista Ecuatoriana de Arqueología y Paleontología
ISSN 2690-8120
https://revistas.patrimoniocultural.gob.ec/ojs/index.php/Strata
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Francisco Valdez, Julio Hurtado y Alexandra Yépez
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Revista Ecuatoriana de Arqueología y Paleontología
STRATA
The coast of the Esmeraldas province is dominated by a mangrove/humid tropical forest ecosystem, which is apparently not con-
ducive to large population concentrations. However, the northern area was once the focus of a complex social formation called La
Tolita-Tumaco. Human adaptation to tropical environments with wetlands is reflected in the organization/use of space and the
development of productive systems with specialized techniques. One of these systems, agriculture on raised fields, or camellones,
has been evidenced in an area known as Laguna de la Ciudad. It located at the tip of the Santiago River delta, its evolution has
been studied since the first millennium of the Common Era (BC). This article describes the archaeological evidence related to its
establishment, heyday and abandonment over 3000 years. Alongside the study of the agricultural system's functioning in this part
of Esmeraldas, several scientific questions occupy a central place the origin of the settlement of the region, the use of space and the
development of trade networks, short and long distance interactions, the emergence and decline of complex socio-cultural systems,
the technological evolution of metallurgy and the symbolism of the great artistic styles.
Chorreroid, La Tolita, wetlands, agriculture on raised fields, metallurgy
Keywords:
City Lagoon: Construction of Cultural Landscapes in Northern Esmeraldas.
Abstract
Introducción
La provincia de Esmeraldas forma parte de la eco-
rregión Chocó ecuatoriano, como tal tiene un ecosiste-
ma diferenciado por una rica biodiversidad, con múlti-
ples especies de flora y fauna endémicas, que han sido
aprovechadas por el ser humano desde tiempos remo-
tos. La característica de esta región es una alta pluviosi-
dad (sobre los 3500 mm anuales), unida con temperatu-
ras cálidas, que hacen propicio el desarrollo de bosques
tropicales húmedos desde la franja litoral hasta la ceja
de montaña del occidente de la cordillera de los Andes.
A pesar de ser parte del Sistema Nacional de Áreas Pro-
tegidas (SNAP) de la mayor parte del territorio del nor-
te de Esmeraldas está actualmente amenazado por tres
factores modernos que alteran seriamente el patrimonio
y la vida de las especies que pueblan este territorio: 1- la
deforestación (legal e ilegal); 2- la minería (legal e ilegal)
y 3- el narcotráfico. En la modernidad, la condición de
las actuales poblaciones es de extrema pobreza, pues a
pesar de vivir en un medio paradisiaco, la precariedad
es el reflejo de una mala adaptación moderna a un en-
torno natural privilegiado. Los modos de vida campesi-
na en un sistema económico globalizado, agudizan las
inequidades que mantienen a los actuales habitantes de
la región en una relación de dependencia con el mundo
exterior, que causa profundas desigualdades.
En el pasado precolombino, la situación climática
/ ambiental era prácticamente igual a la actual, con la
diferencia de que, luego de las glaciaciones del holoce-
no, la transgresión del mar subió el nivel de las aguas
unos 30 metros, hasta alcanzar su máximo hace unos
5000 años (Stahl y Stothert, 2020, p. 27). La dinámica
de transformación de las costas del Pacífico fue particu-
larmente notable en la región del norte de Esmeraldas,
donde los fenómenos de transgresión y regresión marí-
tima determinaron la configuración actual de esta parte
del litoral. No obstante, en esta región juegan también
un papel los factores tectónicos provocados por el mo-
vimiento de las placas de Nazca y Sud américa. Estas
han actuado en distintas épocas, sobre las fallas geológi-
cas Mataje, San Lorenzo, de la Boca y de Yanayaca. Por
otro lado, durante el Cuaternario, el perfil costanero del
Ecuador central se vio afectado por un levantamiento
constante que formó una serie de terrazas marinas (ta-
blones) que llegan hasta una elevación de 300 m. En Es-
meraldas, el levantamiento costanero se detiene hacia
el norte de la provincia, en la falla de Yanayaca, desde
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Laguna de la Ciudad: construcción de paisajes culturales en el norte de Esmeraldas.
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Las Peñas hasta el Tapón Manglar de la Bahía de An-
cón de Sardinas (Winckell y Zebrowski, 1997; Collot et
al. 2002; Santana y Dumont, 2002). Allí aparece un am-
plio delta, formado entre la desembocadura de los ríos
Santiago-Cayapas y Mataje, que limita bruscamente en
el interior con un acantilado continuo de entre 10 y 15
m. Su extensión regional describe un gran abanico, que
desciende de las laderas bajas de la cordillera Occidental
de los Andes, para abrirse en la costa. El área del delta se
constituye de un margen de 15 km. de manglar, crestas
de playa y canales o esteros de marea. Su sedimentolo-
gía incluye piroclásticos, conglomerado volcánico, ma-
terial lahárico y de flujo de lodo, que forman láminas o
terrazas fluviales atrincheradas en la Formación Cacha-
bí (Collot et al. 2004; Dumont et al. 2006, pp. 101-102).
Con estos breves antecedentes geomorfológicos,
en este artículo se presentarán las evidencias arqueoló-
gicas que demuestran el papel que jugó la región norte
de la actual provincia de Esmeraldas en el desarrollo
temprano y tardío de las formaciones sociales que ocu-
paron esta parte del litoral pacífico. La antigua forma-
ción social, denominada La Tolita, es la más conocida
en esta región, pero es importante conocer sus antece-
dentes y de cómo estos pueblos se fueron transformando
a través del tiempo, hasta la época de la conquista espa-
ñola (Valdez, 1987; 1989; 1992). Para ello, se presentan
las evidencias arqueológicas encontradas en una de las
zonas míticas de la tradición oral de los pueblos asenta-
dos en el área cultural Tolita. Esta zona es denominada
desde tiempos remotos como Laguna de la Ciudad, por
estar inmersa entre los humedales que se encuentran en
la desembocadura del sistema fluvial Santiago-Cayapas,
en la margen sur del continente, frente a la isla Tolita
(Valdez, 2006). Fig. 1.
El estudio en esta región ha permitido evidenciar
datos que hablan de los procesos locales del desarrollo
sociocultural. Allí se han encontrado las pruebas del
primer poblamiento de esta zona, así como de las estra-
tegias de la utilización del espacio y del desarrollo pro-
gresivo de las redes comerciales a corta y larga distancia.
Mención especial merece la evidencia de la evolución
tecnológica de la metalurgia que con el tiempo dará
fama a La Tolita. Al final se discutirán los elementos
que permiten hipotetizar la aparición y decadencia de
sistemas socioculturales complejos, y del simbolismo de
los grandes estilos artísticos que están presentes en el
norte de Esmeraldas.
La Laguna de la Ciudad: entre el mito y la efica-
cia de la adaptación al pantano
El área conocida como Laguna de la Ciudad se
ubica en la parroquia La Tola, del cantón Eloy Alfa-
ro, en el norte de la provincia de Esmeraldas. Teodoro
Wolf, pionero de la geografía moderna de la República
del Ecuador, recorrió la zona en 1869 y la describió así:
Al Sur del pueblo de La Tola, que está situado al
lado meridional de la boca del río Santiago, se
extiende la llanura por unas tres leguas entre la
playa del mar y el río Pagota (tributario del Ca-
Figura 1
Ubicación de Laguna de la Ciudad, Esmeraldas – Ecuador.
Nota.
Elaborado por Francisco Valdez
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Francisco Valdez, Julio Hurtado y Alexandra Yépez
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Revista Ecuatoriana de Arqueología y Paleontología
STRATA
yapas) hasta el río Vainillita. El centro de esta
gran llanura es muy pantanoso y se convierte,
en invierno, en un verdadero lago, habitado por
millares de aves acuáticas y palustres. Difícil es
conjeturar, porque a estos pantanos los habitan-
tes hayan dado el nombre de “La Ciudad” (Wolf,
1878, p. 218).
El mito de La Ciudad se fue enriqueciendo a tra-
vés de los años con el relato de los cazadores que se
aventuraban a penetrar en la zona desde inicios del si-
glo XX. Juan Garcia recordaba que una vez que entró en
el área selvática encontró calzadas, o caminos elevados,
en el pantano y que en algunas partes se observaban
acumulaciones de cerámica Tolita en los costados. Las
calzadas aparecían en distintas partes y se prolongaban
por distintas partes (Valdez, 2006: 189).
La fantasía sobre la Laguna y su ciudad fue una
parte activa en la tradición oral de los pueblos afrodes-
cendientes de La Tola, El Cuerval y Garrapata. Desde
estos poblados, la gente se aventuraba a ingresar al bos-
que pantanoso en busca de cosechas fáciles de frutas,
yuca, caucho y otras especies silvestres que allí se en-
contraban en abundancia. Algunas familias montaron
fincas en el bosque y tenían allí sus cultivos y frutales.
Cazadores experimentados frecuentaban el bosque,
donde abundaban las pavas, los monos, venados, tortu-
gas y caimanes. El relato común en La Tola es que, en
la época de los gentiles, la Laguna estuvo muy poblada
por gentes “muy ricas” que sembraban y cosechaban
gran cantidad de alimentos que comerciaban en toda la
región. La fruta y otras comidas silvestres eran los resi-
duos de lo que los nativos habían sembrado antes. Entre
las décadas de 1940 y 1960, compañías madereras en-
traron al bosque pantanoso para sacar ingentes cantida-
des de madera fina. Aprovechando los canales y esteros
naturales ingresaban lanchas de fondo plano para ex-
traer la madera que cortaban indiscriminadamente en
“tierras de nadie”. Hasta el día de hoy se pueden ver los
restos corroídos de algunas de estas lanchas hundidas
en el fango. Con el tiempo llegaron también los busca-
dores de tesoros, atraídos por la fama de la isla La Tolita
y practicaron la “huaquearía” en algunos sectores. Esta
actividad decayó con el tiempo porque el esfuerzo inver-
tido para ingresar al pantano no siempre justificaba los
“hallazgos”.
Caracterización de la región y estudios realizados
La Laguna de la Ciudad se ubica entre 1° 05’ y 1°
12’ de latitud norte y los 79° 01’ y 79° 05’ de longitud
oeste. El terreno se extiende sobre la llanura aluvial a
lo largo del extremo sur del delta del Santiago. Antigua-
mente tuvo una conexión directa al mar, a través de una
serie de antiguas líneas de playa (cordones litorales) que
se fueron formando y distribuyendo con el depósito de
los materiales y sedimentos pesados acarreados por el
torrente del río en la desembocadura del Santiago. La
región de estudio incumbe únicamente la planicie cos-
tera y se detiene al pie de las colinas que forman las es-
tribaciones de la cordillera Cayapas. Las alturas sobre el
nivel del mar oscilan entre 3 y 20 metros (m), progresan-
do paulatinamente desde la costa del Pacífico unos 10
km tierra hacia adentro. La llanura aluvial abarca unos
85.000 kilómetros cuadrados (km2) que reciben unos
3.500 mm de precipitaciones anuales.(Valdez, 2006:
191).
Los primeros estudios arqueológicos de la región se
dieron a fines de 1984, con el reconocimiento del sector
pantanoso ubicado hacia el interior del caserío El Cuer-
val. La prospección técnica se inició en agosto de 1987,
con un equipo formado por investigadores del Museo del
Banco Central del Ecuador, y tres miembros de la Misión
Arqueológica Francesa
1
: el geomorfólogo Jean Pierre
Thiay y los palinólogos Claude Caratini y Colette Tissot.
El ingreso al pantano se hizo por un estero estrecho hasta
un punto de tierra firme, donde se encontró un sinnú-
mero de zanjas y franjas elevadas que cubrían una buena
porción de terreno en el bosque. Se constató que las zanjas
aún drenaban una parte de las tierras anegadas, dejando
expuestas las franjas de tierra más elevadas. Se reconoció
entonces la existencia de camellones fósiles de cultivo. Se
1. Equipo arqueológico del Museo del BCE en La Tolita que trabajó en la
Laguna de la Ciudad (1983-1990): Francisco Valdez, Juan García Salazar,
Soledad Leyva, María Clara Montaño, Alexandra Yépez, Julio Hurtado Sa-
lazar, Jorge Hurtado Salazar. Misión Arqueológica Francesa en La Tolita
(1984-1988): Jean François Bouchard, CNRS; Jean Pierre Thiay, Université de
Pau et des Pays d’Adour, IRSAM; y Claude Caratini y Colette Tissot, Institut
Français B.P. 33 Pondichéry, India.
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Laguna de la Ciudad: construcción de paisajes culturales en el norte de Esmeraldas.
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Instituto Nacional de Patrimonio Cultural
tomaron algunas muestras de sedimentos y material cul-
tural. Dada la importancia de las estructuras, se decidió
explorar la región en el futuro con un guía experimen-
tado. En esa época solo se contaba con fotos aéreas que
revelaban la existencia de los antiguos cordones litorales
que cerraban progresivamente el desfogue del agua por la
llanura aluvial desde la Cordillera Cayapas. La sucesión
de los cordones sobre la llanura aluvial muestra la evolu-
ción del paisaje a través del tiempo, desde la época de la
última transgresión marítima, hasta la actualidad (Tihay,
1988; Tihay y Usselmann, 1995; 1998).
El estudio de las zonas adyacentes a los distintos
cordones brindó la información arqueológica secuen-
cial de las distintas ocupaciones humanas de este espa-
cio. Con el cierre del drenaje natural de los esteros, los
cordones arenosos causaron el estancamiento de gran-
des caudales de agua dulce y formaron múltiples hume-
dales que constituyen la llamada Laguna. En los prime-
ros trabajos se exploraron varios cordones vistos en la
fotografía aérea y se efectuó la recolección de conchas
marinas integradas en las dunas y los suelos de cada
cordón, para fechar la formación de cada uno (Fig. 2). Se
recuperaron igualmente materiales culturales asociados
a los distintos cordones. Entre noviembre y diciembre
de 1988 se exploró el área hasta un punto llamado “El
Vapor”, desde ese punto se prospectaron múltiples cor-
dones y se recuperaron muestras orgánicas que luego
permitieron fechar la formación de las antiguas playas
marinas. El reconocimiento inicial de algunos sectores
del interior de la Laguna permitió formarse una idea de
la extensión de la zona culturalmente transformada, así
como del tipo de suelos, la vegetación actual, y el tipo de
vestigios arqueológicos asociados a determinadas partes
de la región (Valdez, 1989).
Estudios más detallados fueron realizados por el
equipo de la misión del
Institut de Recherche pour le-
Dèvelopement
(IRD) y del Museo del Banco Central del