
Un museo arqueológico en la Amazonía ecuatoriana.
3
Revista Ecuatoriana de Arqueología y Paleontología
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2023
media y baja del Napo ecuatoriano. Iriarte (1980) recoge
el programa inicial del Cicame:
Sección de investigación, encargada de planear,
recoger materiales y evaluar periódicamente, con
criterios científicos, los elementos culturales.
Sección de publicaciones.
Sección de formación de líderes, no sólo de tipo
religioso, sino también de líderes autóctonos o ca-
bezas de tribu, dirigentes de comunidades.
Sección de acción, que servirá de enlace y ayuda
a los responsables de la vida social y política de la
región (p. 126).
Durante más de cuatro décadas, varios misione-
ros e investigadores estudiaron y recogieron la tradición
oral de los pueblos indígenas de la zona, su mitología,
cosmovisión, su cerámica, arquitectura tradicional, me-
dicina, idioma y otras expresiones culturales, aspectos
retomados y divulgados en varias publicaciones del mis-
mo Cicame.
También se estudió y juntó la cultura material de
esta región, creándose en 1975 un primer museo que
albergaba objetos etnográficos, etnohistóricos y arqueo-
lógicos recopilados de manera fortuita y ocasional en la
cuenca del Napo. Este museo, además de conservar su
colección, sirvió para dar a conocer la cultura del sec-
tor entre los primeros turistas y la población local (Ortiz
de Villalba, 2020, p. 121-122). A la vez, fue espacio para
formar promotores de pastoral y también campo para
investigaciones científicas: Juan Santos Ortiz de Villal-
ba (2022) describe este primer proceso de salvaguarda,
catalogación y estudio de la cultura material recogida en
la cuenca del Napo, desde la década del 60, y custodia-
da en el museo del Cicame. Entre las publicaciones del
centro, encontramos algunos de los primeros estudios
de fases arqueológicas: Antiguas Culturas Amazónicas
Ecuatorianas (1981), del propio Ortiz de Villalba, o Los
omaguas en el río Napo ecuatoriano (1989), de José Luis
Palacio, por citar quizá dos de las más significativas
dentro de estos primeros años de investigación, gestión
y rescate cultural.
A lo largo de sus cuatro primeras décadas, se die-
ron varios procesos y cambios en el museo del Cicame,
entre los que destaca el préstamo al Museo Artes de
Quito para crear la muestra temporal Rostros de Luna
(1999), quizá la primera gran exposición dedicada a la
arqueología de la cuenca del río Napo en Ecuador, un
proceso de gestión cultural y de colecciones recogido
por Miguel Ángel Cabodevilla (2021).
La experiencia en Quito, y otros procesos internos
del Cicame y el Vicariato Apostólico de Aguarico, mo-
tivaron plantear la creación de un museo moderno que
albergue y difunda el patrimonio cultural de la región y
que continúe la gestión emprendida desde la década del
60, ahora en la ciudad de El Coca.
A partir del 2003, será la Fundación Alejandro
Labaka (institución impulsada por el vicariato, la orden
capuchina en Ecuador y el Grupo Social FEPP) la que
junto con el mismo vicariato comience las gestiones
para crear el nuevo museo en la capital de la provin-
cia, desarrollando paralelamente actividad cultural en
el cantón Francisco de Orellana, incluidos proyectos ar-
tísticos. En 2010, el museo del Cicame se renueva como
un museo etnográfico (Cabodevilla, 2021), manejado
también por la Fundación Labaka. Al mismo tiempo se
inicia el proyecto del Macco en El Coca, primero con la
construcción del auditorio Manuel Villavicencio, inau-
gurado en el 2012 (Cabodevilla, 2021), y con el proyecto
Macco Previo (2012-2014), ejecutado por la misma fun-
dación, el Gobierno Autónomo Descentralizado Munici-
pal de Francisco de Orellana (Gadmfo) y financiado por
la Fundación Repsol. Este último supone un ensayo o la-
boratorio de centro cultural y museo, previo a la creación
del Macco, con dos muestras temporales temáticas de la
antigua colección Cicame, una agenda de cine, música y
artes escénicas y programas de mediación educativa para
estudiantes del centro urbano y las parroquias rurales.
Toda esta gestión anterior, en especial la desarro-
llada durante el Macco Previo, daría pautas sobre cómo
organizar y estructurar el futuro Macco, que se inaugu-
raría en abril del 2015 como empresa pública adscrita al
municipio de Francisco de Orellana.
En el proceso de creación del nuevo centro cul-
tural, quedó patente desde el inicio que lo que se perse-
guía era un espacio vivo para dialogar con la población: