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Patrimonio Cultural Inmaterial
Revista PCI
Un caso similar es el de L. Pilapaña (comunica-
ción personal, 25 enero 2023) de la población de Gua-
lea, quien además destila su propio alcohol y preserva
semillas de uso ancestral.
Por otro lado, O. Torres (comunicación perso-
nal, 19 enero 2023), un citadino que llegó al bosque
de Mashpi hace algo más de una década, encontró en
su propiedad una planta de coca a la que cuidó con
esmero. Luego empezó a consumir las hojas tostadas
para masticar como fuente de energía o frescas para
usos rituales y en forma de infusión para beber.
Estos ejemplos son un reejo de la profunda
conexión que une a los humanos con el bosque.
Incluso hoy, el uso de la coca y otras plantas silvestres
sigue formando parte integral de la vida cotidiana de
algunas familias locales.
Entrevistas y testimonios
Para recopilar información valiosa sobre la vida
cotidiana de los habitantes locales, se diseñaron en-
trevistas cuidadosamente estructuradas. Las pregun-
tas seleccionadas abordaron diversos aspectos de su
existencia: sus familias, comidas habituales, métodos
de preparación de alimentos, períodos de siembra y
cosecha, extracción de comestibles del bosque o del
río y remedios caseros. Este formato de entrevista no
solo buscó recopilar datos objetivos, sino generar un
diálogo espontáneo que permitiera captar la cosmo-
visión de los entrevistados con respecto a la tierra
que han elegido como hogar.
Conclusión
El patrimonio alimentario del Chocó Andino
reeja la profunda conexión entre sus habitantes y
el entorno. La gastronomía de esta región surge de
la convivencia con el bosque y el uso de productos
naturales y conocimientos ancestrales. Sin embargo,
esta valiosa herencia cultural está amenazada por la
urbanización rural descontrolada, la deforestación y el
cambio climático. Es indispensable documentar y pre-
servar estos saberes para asegurar su transmisión a
futuras generaciones y fomentar prácticas sostenibles
que protejan la biodiversidad y los recursos naturales.
La cultura alimentaria del Chocó Andino es
un elemento clave para la cohesión social. La cocina
tradicional con ingredientes nativos no solo nutre el
cuerpo, sino que también fortalece los lazos familia-
res y comunitarios. Sin embargo, la globalización y el
bajo costo de los alimentos procesados representan
una amenaza para la continuidad de este legado y la
salud de las poblaciones locales. Es necesario pro-
mover políticas públicas que fomenten la producción
consciente así como la educación alimentaria para
valorar y preservar este patrimonio cultural.
El Chocó Andino se encuentra en un punto de
inexión. Por un lado, enfrenta desafíos como la pér-
dida de biodiversidad, el cambio climático y la presión
sobre los recursos naturales. Por otro lado, ofrece
grandes oportunidades para el desarrollo sostenible,
como el agroturismo, la agricultura orgánica y el tu-
rismo cientíco. Es imperativo encontrar un equilibrio
entre la protección de la naturaleza y el desarrollo
económico de sus habitantes. La conservación del pa-
trimonio alimentario de la zona es una tarea compleja
que requiere la colaboración de diversos actores,
incluyendo a los gobiernos, las comunidades, las ONG
y el sector privado.
El proyecto Memorias y delicias de la biodiversi-
dad nos sumerge en la relación entre los habitantes
de esta región biodiversa y la tierra que los provee
de alimento, refugio y medicina natural. Esta iniciativa
nos invita a valorar y proteger este preciado tesoro
para las generaciones venideras.