75
Revista PCI
A veinte años de la promulgación de la
Convención del 2003: refexiones sobre la
gestión y salvaguardia del PCI en el Ecuador
Jimena Leiva Prado, INPC
Antecedentes
El 17 de octubre de 2003, la 32ª Conferencia
General de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)
adoptó en París la primera convención para la sal-
vaguardia del patrimonio cultural inmaterial (PCI).
Constituyó el primer instrumento multilateral que se
basó en acuerdos internacionales, recomendaciones y
resoluciones existentes en materia de patrimonio cul-
tural y natural. El objetivo principal de la Convención
fue garantizar la viabilidad a largo plazo del patrimo-
nio inmaterial dentro de las comunidades y grupos.
Desde el 2003 se establecieron una serie de di-
rectrices para la salvaguarda de la cultura tradicional
y popular, con el fn de proteger las prácticas y cos
-
tumbres de los pueblos y comunidades, aún quedan
por discutir algunas defniciones hasta problemas
de índole teórico, metodológico o ético y que están
unidas a fenómenos socioculturales tan relevantes
como el turismo, la identidad, la globalización o las
memorias sociales (Henríquez, 2011).
Ya han transcurrido veinte años de la apro
-
bación de la Convención y el Estado ecuatoriano ha
tratado de cumplir los objetivos principales: respeto y
salvaguardia de las manifestaciones culturales de las
comunidades, grupos e individuos a través del desa-
rrollo de políticas públicas de protección y salvaguar-
dia buscando promover el diálogo entre sus actores,
e implementando marcos jurídicos encaminados
al respeto de la diversidad cultural y la creatividad
humana.
Introducción
Para entender el contexto histórico en el que
se celebró la Convención, es fundamental conocer los
sucesos que marcaron el inicio del siglo XXI, el mismo
que tuvo muchos desafíos ante una expansión de mo
-
delos de vida de la sociedad industrializada moderna,
una revolución tecnológica, que implicó cambios en
la comunicación global y que produjo una invasión de
las culturas de masa, que llevaron a preguntarse si
las valiosas tradiciones de los pueblos y comunidades
sobrevivirían a las siguientes generaciones ante los
crecientes procesos de homogeneización cultural.
La preocupación de los observadores del mun-
do cultural giraba en torno a la posible desaparición
de las tradiciones regionales e incluso nacionales,
debido a la irrupción de la mencionada cultura de
masas. Contrario a todos los posibles escenarios que
se creía que podía ocasionar la globalización, surgió el
interés y cuidado de las prácticas y tradiciones locales
que impulsaron su respeto. A pesar de esto se han
producido pérdidas culturales, tales como tradicio-
nes musicales, artesanales y culinarias, la medicina
popular y los conocimientos tradicionales sobre la
biodiversidad.
La Convención del 2003, surge como un llama-
do a la concienciación mundial sobre la importancia
del PCI en la historia de la humanidad y el interés pri
-
mordial de mantener su continuidad, respetando las
dinámicas culturales de cada pueblo. Por otro lado,
también se trató de corregir el desequilibrio existente
entre el Norte y el Sur en cuanto a reconocimientos
76
Patrimonio Cultural Inmaterial
Revista PCI
de los patrimonios cultural y natural (Yoshida, 2004).
A pesar de este buen propósito, se puede observar
que algunos de los requisitos fueron elaborados des-
de una mirada eurocéntrica alejada de las realidades
de países africanos, americanos y asiáticos.
Fue necesario tener muchos años de debates,
resistencias, discusiones académicas, económicas y
políticas para llegar a elaborar varios documentos
por parte de la UNESCO, e instaurar un instrumento
de protección del patrimonio inmaterial, para que
fnalmente en octubre de 2003 se aprobara la “Con
-
vención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural
Inmaterial”, que entró en vigencia en abril del 2006
y fue ratifcada en el 2008. Ya se contaba con un ins
-
trumento legal para promover la diversidad cultural
y proteger al patrimonio inmaterial de las amenazas
de la globalización y las transformaciones sociales
(Andrade, 2016, p. 9).
La Convención aportó a una delimitación de los
alcances de sus principios teóricos, principalmente se
destacó el rol participativo de las comunidades loca-
les en la transmisión intergeneracional, se otorgó una
prioridad a la educación y a la formación en el patri-
monio inmaterial. Los espacios de discusión permitie-
ron reconocer la interdependencia entre los diversos
patrimonios (inmaterial, material y el natural), se
cuidó que fueran compatibles con los instrumentos
internacionales de los derechos humanos existentes y
con los imperativos de respeto mutuo entre comuni-
dades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible.
Entre los avances de la Convención del 2003
estuvo el reconocimiento que se dio a los artistas,
artesanos y profesionales, quienes son los portado-
res del PCI, logrando infundir en ellos un sentimiento
de orgullo, ya que constituyen la fuerza motriz que
mantiene vivas las manifestaciones y son quienes eje-
cutarán las acciones de salvaguardia del patrimonio
cultural inmaterial (Aikawa, 2004).
Por otro lado, la Convención tiene algunas
limitaciones respecto a la aplicabilidad de sus direc-
trices y será en el futuro que se vayan subsanando de
forma integradora y equilibrada las temáticas pen
-
dientes a través de nuevos instrumentos tanto a nivel
nacional como internacional.
Algunas interrogantes al texto de la
Convención
Durante estos veinte años se ha trabajado en
la identifcación y salvaguardia del PCI, siguiendo las
directrices de la Convención, cuidando de proteger
las prácticas y costumbres de los pueblos y comuni
-
dades. En el camino han ido surgiendo ciertas du
-
das respecto al texto de la mencionada convención,
porque en territorio y en la práctica se han presenta
-
do varias difcultades. A continuación, algunas de las
interrogantes:
Dentro de los requisitos solicitados en la Con-
vención se mencionó que cada Estado Parte debería
lograr una participación, lo más amplia posible, de to
-
dos sus actores y asociarlos activamente a la gestión
del patrimonio, sin embargo ¿Cómo lograr conciliar y
garantizar la participación de: funcionarios públicos,
especialistas, comunidades y portadores de la tradi-
ción?
El objetivo de la Convención fue y es la sal-
vaguardia del PCI a través de un diálogo entre sus
participantes en el que se respete la diversidad
cultural de las comunidades, grupos e individuos. Al
momento de aplicarlo en los distintos espacios se ha
podido observar que la interrelación entre los diver-
sos actores ha sido compleja, debido a que cada uno
maneja sus propios sistemas de creencias, dinámicas
de tiempo, espacios e intereses, que difícilmente se
pueden sujetar a las recomendaciones de un docu-
mento normativo.
77
Patrimonio Cultural Inmaterial
Revista PCI
En algunas celebraciones de festividades po-
pulares han surgido fenómenos sociales como en el
caso de los carnavales, en donde se pueden observar
las tensiones que se expresan entre los distintos gru-
pos. Las élites se han apropiado de las manifestacio
-
nes, produciéndose una exclusión y privatización de
las mismas, desvirtuando la naturaleza original de la
festa. A lo largo del tiempo se ha visto una progresiva
banalización del acceso y/o disfrute por parte de los
portadores o grupos de las localidades, que han sido
infuenciados por la comercialización de sus manifes
-
taciones.
Por otro lado, la inestabilidad laboral o la falta
de formación especializada sobre el PCI causan que
en ocasiones no exista un seguimiento de las accio-
nes desarrolladas por las comunidades, grupos e indi-
viduos en sus planes de salvaguardia.
Los especialistas han sido los encargados de la
elaboración de registros, inventarios, catalogaciones
y otras acciones propuestas para la salvaguardia del
patrimonio inmaterial, que han permitido la valoriza
-
ción de las diferentes tradiciones.
Otra inquietud es ¿cómo garantizar que las
prácticas de las manifestaciones pasen de generación
en generación? El patrimonio cultural inmaterial, se
caracteriza por ser dinámico, no se lo podría atrapar
en un molde jurídico, que le despojara de fexibilidad,
por esta razón debe mantenerse entre la tradición y
la innovación.
Si bien es cierto, que se producen rupturas
generacionales, que van en perjuicio de los procesos
y manifestaciones de PCI, hay que tomar en cuenta
que los jóvenes están en búsqueda de oportunida
-
des para su presente y futuro, que no las encuentran
en la reproducción de las tradiciones artesanales,
musicales o festivas tanto en zonas urbanas como en
rurales. Por otro lado es la misma Convención, que
concluye que existe una falta de recursos, siendo la
principal limitación para que los “adultos mayores”,
que son quienes conocen, practican y recrean las ma-
nifestaciones, no tengan los incentivos o condiciones
favorables para su transmisión y enseñanza.
En la Convención se discutió sobre cómo puede
infuenciar la modernización a la naturaleza del pa
-
trimonio cultural inmaterial, y se mencionó que ésta
aprovecharía la utilización de métodos de producción,
mecanización y electrifcación, ya que estos avan
-
ces culturales no invalidarían a un elemento del PCI,
particularmente en prácticas artesanales. Lo impor
-
tante es no olvidar al elemento humano dentro de la
práctica cultural y se debe respetar los deseos de las
comunidades portadoras.
El patrimonio cultural inmaterial está destinado
a transformarse y también corre el riesgo de desapa-
recer, es un hecho que se lo debe afrontar, sin embar
-
go qué sucede con la “revitalización”.
Este término dentro de la Convención generó
debate y llevó a la negociación debido a que surgió
la pregunta de: ¿Es posible resucitar una manifes-
tación del patrimonio que ha desaparecido? ¿Con
qué objetivo se alentará a las personas a practicar
las tradiciones que están desapareciendo? ¿Debe el
Estado promover incentivos para que no se pierdan
las manifestaciones culturales? ¿Se revitalizan las ma-
nifestaciones por interés comercial o para el disfrute
de los turistas? Ante todas estas inquietudes, no se
pudo adoptar una postura defnida, sin embargo en
la Convención se recalcó que no hay necesidad de
resucitar prácticas históricas que ya no tienen funcio
-
nes sociales en la sociedad contemporánea.
Por otro lado, ¿qué sucede con la comercializa-
ción de los productos artesanales u otras manifesta-
ciones culturales?
La comercialización de productos artesanales
es vital como factor de impulso económico de las
comunidades. No obstante, existen riesgos cuando
78
Patrimonio Cultural Inmaterial
Revista PCI
la comercialización es excesiva, porque puede alterar
las tradiciones y expresiones culturales. Es muy im-
portante que los procesos de comercialización sean
pensados y ejecutados por los grupos interesados y
no bajo el control de la empresa privada.
En algunas comunidades se realizan rituales
de enfrentamientos bélicos ¿Qué acontece con estas
prácticas indígenas? Acaso éstas no son compatibles
con los instrumentos internacionales de derechos
humanos existentes y con los imperativos de respeto
mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de
desarrollo sostenible.
En el sistema de creencias de algunos pue-
blos, las prácticas de enfrentamientos ritualizados
permiten refejar el valor, estatus y prestigio, de un
grupo frente a otro, y no se causan muertes, porque
son representaciones de una forma de resolución de
confictos al interior de la comunidad, que se los han
realizado de generación en generación, y dentro de
un contexto simbólico.
Aún quedan varias preguntas sobre el tape-
te, estos veinte años han constituido un constante
aprendizaje en la gestión del PCI y al observar al
futuro existen expectativas de mejorar esta tarea con
la creación de nuevos instrumentos con una mirada
más integradora y refexiva sobre los temas pendien
-
tes respecto a la diversidad cultural en la próxima
convención del PCI, que realice la UNESCO.
La Convención para la Salvaguardia del
Patrimonio Cultural Inmaterial en el
Ecuador
Gestión desde lo institucional
En el Ecuador la gestión del PCI y su discurso
ha sido construido a través de los principios y normas
del derecho internacional liderado por la UNESCO, y a
nivel nacional por el Ministerio de Cultura y Patrimo-
nio del Ecuador encargado de emitir los lineamientos
de política pública para la salvaguarda del patrimonio
cultural inmaterial (Andrade, 2016).
La Convención del 2003 fue ratifcada en el
Ecuador a través del Decreto Ejecutivo N° 871 del 18
de enero de 2008, entrando en vigor el 17 de junio
del mismo año, al ser publicada en el Registro Ofcial
N° 361 (INPC, 2013, p.11). Los funcionarios del Institu-
to Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) fueron los
encargados de asumir el proceso de identifcación
y detalle de los diferentes elementos del PCI, elabo-
ración de listas, declaratorias e inventarios con la
fnalidad de generar una línea base de las diversas
manifestaciones culturales, así como también generar
una herramienta que permita cuantifcar el inventario
patrimonial a nivel nacional, por medio de la platafor-
ma informática del Sistema de Información del Patri
-
monio Ecuatoriano (SIPCE) (Zambonino, 2020, p. 93).
En el 2008 se produjo un hecho muy preocu
-
pante para el patrimonio cultural del país, el robo
de la custodia de Riobamba, considerada una de
las joyas más valiosas del país, hecho que puso en
evidencia la indefensión en la que se encontraba el
patrimonio cultural del Estado ecuatoriano.
A raíz de este evento surgió la Declaratoria del
Estado de Emergencia del Patrimonio Cultural de la
Nación, reconocida como una signifcativa gestión
en benefcio de la salvaguardia del PCI y fue la mejor
coyuntura para la creación del Área de Patrimonio
Inmaterial en el Instituto Nacional de Patrimonio
Cultural, encargada de la incorporación de las ma-
nifestaciones a la Lista representativa nacional, así
como la generación de una Guía metodológica para la
salvaguarda del PCI y el Instructivo para el registro de
fchas de PCI. Además se dieron otras acciones como
la adhesión de nuestro país al CRESPIAL del cual es
parte activa a través del INPC (Zambonino, 2020).
Con las unidades de Patrimonio Cultural Inma-
terial en cada una de las direcciones zonales del INPC,
en el 2009 se logró fortalecer la gestión institucional
frente al PCI. Y fue una oportunidad para la confor-
mación de una mesa de trabajo interinstitucional con
el objetivo de discutir y analizar el rol del Estado fren-
79
Patrimonio Cultural Inmaterial
Revista PCI
te a la pertinencia de las declaratorias y a la necesidad
de establecer políticas públicas para la salvaguardia
(INPC, 2013, p. 17).
Cambios y limitaciones
Posteriormente, en el 2015 el Gobierno Cen-
tral transfrió la competencia de preservar, mante
-
ner y difundir el patrimonio cultural a los gobiernos
descentralizados para garantizar la continuidad de
este proceso, se les asignó el adoptar medidas que
propicien la participación democrática de todos los
agentes interesados.
Estas actividades se han desarrollado en el
Ecuador a lo largo de estos veinte años y en el curso
de éstas se han detectado algunas limitaciones que
es de gran importancia identifcarlas para lograr pre
-
venir los impactos negativos sobre el PCI.
Según Andrade (2016), el problema que surge
frente a la conceptualización de las políticas del PCI,
radica en que éstas abordan a culturas e identidades
particulares y diferentes, que son producto de un
devenir histórico dentro de dinámicas y procesos que
han ido transformándose constantemente, es por
ello que si se quiere que los pueblos y nacionalidades
sobrevivan dentro de sociedades dominantes, se los
debe incorporar de manera integral evitando ser vis-
tos como una mercancía o un atractivo turístico, sino
como culturas vivas.
Entre las difcultades que se vive en torno al
PCI, se encuentra que la intrusión de la institucionali-
dad en la salvaguardia del PCI ha estado atravesada
por intereses políticos, que han puesto de lado la
participación comunitaria portadora del conocimien-
to y de la práctica cultural. Por otro lado, los GAD
municipales adolecen de una debilitada capacidad
operativa y de una inestabilidad laboral que produce
un desconocimiento de políticas públicas locales por
parte de su personal y por esta razón no ha existido
un verdadero cuidado de las manifestaciones cultura-
les, en las que se propicien la participación de todos
sus actores.
Con respecto al Estado, no se cuenta con po-
líticas culturales plenamente defnidas que ordenen
coherentemente el aparato burocrático, que muchas
veces superpone, en dependencias diversas, objeti-
vos y actividades similares o disemina los recursos
en instancias ministeriales que compiten entre sí, sin
construir sinergias para benefcio del PCI (UNESCO,
2008).
En esta medida, cabe recomendar que sea el
Estado ecuatoriano el que se encargue de afanzar la
creación de políticas nacionales para la protección del
PCI y debe asumir con gran compromiso el fortaleci-
miento de la institucionalidad defniendo las compe
-
tencias de forma explícita para la protección del PCI.
Como Rohn (2020) lo menciona existen retos
por asumir como la implementación de política pú-
blica operativizada a través de un Plan Nacional para
la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial,
para el fortalecimiento de procesos de investigación
participativa; potenciación de las capacidades locales
y la promoción y difusión del PCI. De igual manera
resultaría acertado el incluir la gestión de proyectos
patrimoniales en los planes de ordenamiento terri-
torial y constituiría un gran aporte el sistematizar las
buenas prácticas en PCI.
Al ser el PCI un recurso no renovable, es sig-
nifcativo conocer, valorar y promover la diversidad
cultural, a través de acciones que permitan visibilizar
y motivar la participación de la comunidad para ga-
rantizar en el tiempo la vigencia del PCI como aporte
al fortalecimiento de la identidad social y que sea
transmitida de generación en generación. Además
de crear oportunidades que pueden ser potenciadas
a través de proyectos que favorecerían a activar las
economías locales.
80
Patrimonio Cultural Inmaterial
Revista PCI
El INPC junto a otros actores sociales ha toma
-
do acciones y han frmado convenios con la academia
y ciertos GAD con el fn de dar asesoría técnica y
realizar un apropiado seguimiento a las investigacio-
nes y planes de salvaguardia, procurando un proceso
participativo dentro de las normativas técnicas insti-
tucionales (Rohn, 2020, p. 94).
Las líneas de fomento como
medida de salvaguardia del PCI
A partir del 2021, se marca un hito en los pro
-
cesos de promoción y fortalecimiento del patrimonio
cultural inmaterial con el surgimiento de las Líneas de
Fomento de la Memoria Social y del Patrimonio Cultu-
ral como un mecanismo de fnanciamiento del Fondo
de Fomento de las Artes, la Cultura y la Innovación,
que tienen como objetivo el fomento a la investiga-
ción, promoción y difusión de la memoria social y el
patrimonio cultural, de conformidad con lo estable-
cido en el artículo 113 literal f) de la Ley Orgánica de
Cultura.
A través de la línea de fomento se han otorgado
estímulos económicos no reembolsables a proyectos
comunitarios presentados por personas naturales,
jurídicas, organizaciones, asociaciones y colectivos
legalmente constituidos, que buscaban reactivar la
cadena de valor de la artesanía tradicional y el pa-
trimonio agroalimentario afectada por la pandemia,
como estrategia de salvaguardia de los saberes y
conocimientos asociados a la misma.
En los proyectos presentados, los proponentes
diseñaron varias acciones de salvaguardia para las
comunidades o portadores dirigidas a garantizar la
continuidad y vigencia del patrimonio cultural inma-
terial en las generaciones actuales y venideras. Estas
medidas se basaron tanto en condiciones materiales
como simbólicas y comprendieron la identifcación,
documentación, investigación, preservación, protec-
ción, promoción, valoración, transmisión y revitaliza-
ción del patrimonio.
La presente línea de fomento es administra-
da por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural
y continúa siendo ejecutada y ampliada hacia otros
patrimonios, de esta manera el INPC cumple con su
misión fundamental que es promover la preservación,
conservación y salvaguardia del patrimonio cultural
y ha sido un paso decisivo para dar cumplimiento al
objetivo principal de la Convención que es garantizar
la viabilidad a largo plazo del patrimonio inmaterial
dentro de las comunidades y los grupos.
Refexiones del artículo 18 de la
Convención
Un evento de singular importancia fue el desa-
rrollado en el mes de julio del presente año, el mismo
que se celebró en París, Sede de la UNESCO, que reu-
nió a expertos para refexionar sobre una aplicación
más amplia del artículo 18 de la Convención de 2003,
que dentro de los acuerdos, recomendaciones y reso-
luciones internacionales propuestas por los Estados
Parte plantea la necesidad de ejecutar programas,
proyectos y actividades para la salvaguardia del patri-
monio cultural. Los mismos que serán seleccionados
periódicamente por el comité encargado de promo-
verlos tomando en cuenta que se refejen los princi
-
pios y objetivos de la Convención. Además se buscará
la difusión de prácticas ejemplares con arreglo a las
modalidades que se hayan determinado para la salva
-
guardia del patrimonio cultural inmaterial.
Dentro de la discusión de los expertos se
propuso el acceso y el fortalecimiento de la visibilidad
del Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia. Y
la creación de una plataforma en línea para compartir
buenas experiencias de salvaguardia de las comu-
nidades, grupos y otros actores, que servirán para
transmitir y promover su patrimonio cultural inmate-
rial a través de programas exitosos a futuras genera-
ciones.
81
Patrimonio Cultural Inmaterial
Revista PCI
A manera de recomendación y conclusión se
considera que las líneas de fomento alientan a la
investigación, promoción y difusión de la memoria so-
cial y el patrimonio cultural y podrán servir de ejem
-
plo para compartir con los Estados parte y promover
buenas medidas de salvaguardia.
Referencias
Aikawa, N. (2004). Visión Histórica de la Preparación
de la Convención Internacional de la UNESCO
para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural
Inmaterial.
En Museum International. 221/222.
Intangible heritage.
P.140-153.
Andrade, S. (2016).
La construcción del discurso sobre
patrimonio inmaterial y las políticas culturales en
el Ecuador
en Centro de Publicaciones PUCE,
Núm. 102. ISSN 1390-7719.
Carbonell, E., coord. (2020). La gestión institucio-
nal del Patrimonio Cultural Inmaterial en
el Ecuador: avances y retos.
En Patrimonio
inmaterial en el Ecuador: una construcción
colectiva
[online]. Editorial Abya-Yala, pp. 71-
104. ISBN: 978-9978-10-507-8. https://doi.
org/10.7476/9789978106228
Convención para la Salvaguardia del Patrimonio
Inmaterial (2003). Disponible en: http://bit.
ly/332hUaP
Hernández León, I & Zúñiga Bravo, F. (2019). Estrate
-
gias para la salvaguardia: de lo institucional a lo
comunitario en las Listas representativas de la
Unesco.
En Experiencias de salvaguardia del pa-
trimonio cultural inmaterial. Otros caminos.
T. II.
Patrimonializaciones en un mundo globalizado.
Henríquez Sánchez, M. Teresa. (2011).
Revista Atlánti-
da,
(3) 193-206. ISSN: 556-4924.
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. (2013).
Guía
metodológica para la salvaguardia del patrimo-
nio cultural inmaterial
. SOBOCGRAFIC. ISBN:
978-9942-955-04-3.
Organización de las Naciones Unidas para la Educa-
ción, la Ciencia y la Cultura [UNESCO]. 2003.
El texto de la Convención para la salvaguardia
del Patrimonio cultural Inmaterial https://ich.
unesco.org/es/convenci%C3%B3n
Organización de las Naciones Unidas para la Educa-
ción, la Ciencia y la Cultura [UNESCO]. 2008.
Estado del arte del patrimonio cultural inmate-
rial. CRESPIAL.
Rohn, Isabel. (2020). Entre la salvaguarda del patrimo
-
nio cultural inmaterial y la conservación de la
materialidad. En Carbonell, E., coord. La gestión
institucional del Patrimonio Cultural Inmaterial
en el Ecuador: avances y retos.
En Patrimo-
nio inmaterial en el Ecuador: una construcción
colectiva
[online]. Quito: Editorial Abya-Yala.
71-104. ISBN: 978-9978-10-507-8. https://doi.
org/10.7476/9789978106228
Yoshida, K. (2004). El Museo y el Patrimonio Cultural
Inmaterial.
Museum Internacional.
(221-222).
Intangible heritage. 110-115.
Zambonino, V. (2020). Aproximación a la gestión del
patrimonio cultural inmaterial en el Ecuador.
En Carbonell, E., coord. La gestión institu-
cional del Patrimonio Cultural Inmaterial en
el Ecuador: avances y retos. En
Patrimonio
inmaterial en el Ecuador: una construcción
colectiva
[online]. Quito: Editorial Abya-Yala.
85-94. ISBN: 978-9978-10-507-8. https://doi.
org/10.7476/9789978106228