Saberes relativos al marisqueo de percebes en Salango:
diagnóstico de una práctica patrimonial en riesgo
Knowledge related to barnacle shellfshing in Salango:
diagnosis of a heritage practice at risk
Pilar Egüez Guevara
Comidas que Curan, E.E.U.U.
pilareguez@comidasquecuran.org
Esteban Cedeño Rodríguez
Vive Manabí, Ecuador
estebancdno@gmail.com
Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador
INPC
https://revistas.patrimoniocultural.gob.ec/ojs/index.php/INPC
INPC, Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador,
03-08/2024, vol. 1, nro.2, e8
Periodicidad:
semestral - continua
https://doi.org/10.5281/zenodo.12600553
Abstract
Resumen
The barnacle is a crustacean that lives attached to the rocks where the sea waves hit. Historically barnacles have
been an abundant resource in the Salango Island and Isla de la Plata, south of the province of Manabí. These
territories are part of the protected areas of the Machalilla National Park (MNP), which in pre-Hispanic times were
part of the Salangome Lordship, home to fshing villages since 3600 BC. This work is a record of the memory of the
Salango fshermen, knowledge-bearers about the harvest of barnacles, an activity that forms part of their fshing
cultural repertoire and expresses the link with their ancestral maritime territory. Today, barnacle harvesting is
considered a prohibited extractive activity within the reserve areas of the MNP, which makes its bearers subject
to control and sanctions. Barnacle shellfshing is a risky activity, and its contribution to the subsistence economy
of families in Salango precedes its fame in the 1980’s, when it became a sought-after resource in markets outside
of Salango due to the infuence of Spanish tourists. We present a diagnosis based on ethnographic research
La uña de cabra o percebe es un crustáceo que vive adherido a las rocas donde golpean las olas del mar.
Históricamente ha sido un recurso abundante en las islas de Salango y de la Plata, al sur de la provincia de
Manabí. Estos territorios forman parte de áreas protegidas del Parque Nacional Machalilla (PNM), que en épocas
prehispánicas integraban el señorío de Salangome, hogar de pueblos de vocación pesquera desde 3600 años a.
C. Este trabajo es un registro de la memoria de los pescadores de Salango, portadores/as de los conocimientos
relativos a la recolección o marisqueo de percebes, una actividad que forma parte de su repertorio cultural
pesquero y que expresa el vínculo con su territorio marítimo ancestral. Hoy en día el marisqueo se considera
una actividad extractiva prohibida dentro de las áreas de reserva del PNM, lo que convierte a sus portadores en
sujetos de control y sanciones. Es una tarea riesgosa y su aporte a la economía de subsistencia de las familias
del sector precede a su fama en los años 80, cuando los percebes se volvieron un recurso cotizado en mercados
fuera de Salango por infuencia de turistas españoles. Presentamos un diagnóstico de la manifestación mediante
un estudio etnográfco realizado entre octubre 2022 y marzo 2023 para evaluar la situación de la práctica y los
factores que ponen en riesgo su continuidad. Caracterizamos sus transformaciones, su consumo en el contexto
familiar, comercial y turístico, y las percepciones sobre su estado de conservación con base en los testimonios de
los portadores. Este trabajo constituye un recurso de referencia para desarrollar políticas de salvaguardia de la
manifestación que vayan de la mano con las de conservación de las especies marinas en la zona de Salango.
Palabras clave:
percebe, Salango, Ecuador, marisqueo, patrimonio
ISSN 3028-8886
2
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2024
Introducción
Alfredo Pincay (63 años) junto a su esposa
Victoria Pincay (53) fundaron el restaurante Delfín
Mágico, en Salango, Manabí, el primero en Ecuador
en vender un crustáceo conocido ancestralmente
por sus habitantes como “uña de cabra”. Según
Alfredo, en tiempos de sus abuelos, los pescadores
los cosechaban y repartían gratis a los vecinos y los
cocinaban levemente a la brasa o los conservaban
con limón y sal. En sus palabras, la uña de cabra era
una “comida de pueblo”. Cuando decidió ofrecerlo
como plato a la carta en su restaurante en 1985 no
fue bien recibido por visitantes de otras regiones de
Ecuador. Todo cambió cuando visitantes españoles,
de Galicia, se sorprendieron al ver en su local el plato
conocido como “percebe”, un manjar costoso en
Europa. Desde entonces, los salangueños adoptaron
el nombre, transformaron su percepción y el valor de
este marisco dentro y fuera de la localidad.
En España ocurrió algo similar. Fernando Rey,
especialista en pesquerías de la
World Wildlife Fund
(WWF) y originario de Galicia, compartió que, según
testimonio de sus abuelos, en los años 50 los percebes
no se consumían sino que eran alimento para gallinas.
No fue sino hasta los años 80 que comenzaron a
apreciarse como una comida
gourmet,
llegando a
venderse a precios muy altos. Hoy en día, un plato de
percebes de 500 gr llega a costar 100 euros, según la
temporada y el tamaño. Estos testimonios sugieren
que estos crustáceos se servían en la costa del Pacífco
ecuatoriano, mucho tiempo antes de que se juzgaran
aptos para el consumo humano en España, donde hoy
son considerados un manjar.
Durante nuestra visita de campo a Salango,
un líder comunitario expresó su preocupación
por la posible extinción de los percebes debido a la
sobreexplotación, similar a lo ocurrido con la concha
Spondylus
. Este líder, basándose en su experiencia
como buzo, advirtió que promover su consumo,
como parte de nuestro proyecto para revalorizar
las tradiciones relativas a ellos, podría agravar la
situación. A medida que nos adentramos en las
entrevistas con los actores involucrados, aprendimos
que nuestro objeto de estudio, el marisqueo de
percebes, era una práctica ancestral y al mismo
tiempo ilegal debido a las normativas actuales del Parque
Nacional Machalilla (PNM) que prohíben conducir
actividades extractivas en las zonas de reserva. Estas
últimas incluyen las islas de Salango y de la Plata, dos de
los lugares donde históricamente se han alojado bancos
de percebes en la zona de Salango.
Objetivos
Nos aproximamos a la situación del marisqueo
de percebes como una manifestación del patrimonio
cultural inmaterial (PCI) de Salango, en tanto es un
elemento de la identidad colectiva de sus habitantes
ligado a su territorio, además de ser un recurso de
subsistencia como fuente de alimento para las familias
de pescadores.
Llevamos adelante un diagnóstico de la
manifestación mediante un estudio etnográfco, según los
lineamientos de la
Guía metodológica para la salvaguardia
del Patrimonio Cultural Inmaterial
del INPC (2013).
Caracterizamos este marisqueo y saberes gastronómicos
relacionados, en tanto prácticas patrimoniales,
atendiendo las cualidades sociodemográfcas de sus
portadores, las de las manifestaciones tal y como se
ejercen hoy en día, así como las transformaciones que
han experimentado a lo largo de unas cinco décadas
con base en testimonios de las y los detentores. También
describimos los lugares y tiempos en los que se realiza
la actividad y los signifcados que se asocian a ella en la
cultura local.
Por último, discutimos los factores que ponen en
riesgo la continuidad de estas prácticas hacia el futuro.
La evidencia etnográfca que recogimos sugiere que
las reservas de percebes en Salango han disminuido
gradualmente a partir de la década de 1980. En este
sentido, el estado de conservación de la especie es uno de
los principales factores que ponen en riesgo la práctica
patrimonial del marisqueo y gastronomía de percebes
en Salango. El estado crítico de conservación, sumado
a la falta de consenso entre los portadores respecto al
comportamiento de la especie, dan cuenta de la necesidad
imperiosa de realizar estudios para evaluar el estado
de la población o reservas del recurso en la zona. En la
conclusión, analizamos estos resultados en el marco
conceptual de los debates actuales sobre gentrifcación
alimentaria, patrimonio biocultural y conservación de
recursos pesqueros.
carried out between October 2022 and March 2023 to evaluate the situation of the practice and the factors that
put its continuity at risk. We describe the transformations of barnacle shellfshing, its consumption in the family,
commercial and tourist contexts, and the perceptions about its conservation status based on the testimonies of
the knowledge-bearers. This work constitutes a reference resource for the development of policies to safeguard
the manifestation that go hand in hand with policies for the conservation of marine species in the Salango area.
Key words:
barnacle, crustacean, Salango, Ecuador, harvest
3
Saberes relativos al marisqueo de percebes en Salango: diagnóstico de una práctica patrimonial en riesgo
INPC, Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador
Metodología
Utilizamos el método etnográfco aplicando
las siguientes técnicas: visitas de campo, entrevistas
estructuradas y semiestructuradas, un grupo focal con
miembros de la comunidad, observación participante
y apuntes de campo en una primera fase exploratoria
(marzo-mayo, 2022) y en una visita a Salango
(noviembre-diciembre, 2022), complementadas con
entrevistas virtuales durante la fase de sistematización
y escritura. Para el análisis de los resultados y el marco
conceptual, realizamos una revisión bibliográfca de los
estudios existentes.
Según las convenciones de la disciplina, realizamos
la socialización y el proceso de consentimiento libre,
previo e informado con actores que participaron en el
estudio, que incluyen líderes de grupos y asociaciones
de la comunidad: Comuna de Salango, Museo Salango,
GAD parroquial, Asociación de Buzos de Salango
(Asosalan), cocineras/os y emprendedores culinarios,
representantes del PNM en Puerto López, pescadores y
recolectores, y especialistas en antropología, arqueología
y biología marina con emprendimientos de turismo en
las zonas de Salango y Puerto López
1
.
Realizamos 26 entrevistas, registradas en audio
y video, a personas entre los 40 y 79 años de edad, 15
hombres y 9 mujeres, originarios/as y/o residentes
de Salango y especialistas que han trabajado allí.
Los varones están mayoritariamente representados
debido a su predominancia en la captura de percebes
(realizada solo por hombres) en comparación con la
gastronomía (realizada en su mayoría por mujeres).
La representatividad de personas de la tercera edad
es baja debido a que no se dedican a esta actividad por
considerarse muy riesgosa.
Realizamos observación participante durante
dos salidas al mar y dos visitas al mercado de pescado
en Puerto López. En la primera salida acompañamos
a una familia de 18 miembros en un bote hacia las
rocas cercanas a la costa de Salango para observar el
marisqueo. La segunda fue hacia una zona fuera del área
protegida del PNM (localidad de Ayampe) acompañando
a dos personas en una lancha para observar la captura
de percebes.
1. En este trabajo usamos seudónimos para referirnos a la
mayoría de las personas entrevistadas con el objeto de proteger
su identidad, de acuerdo con las convenciones que rigen la
práctica antropológica. También porque los residentes de
Salango capturan percebes de manera clandestina, fuera del
marco legal que regula las áreas protegidas del PNM.
Marco analítco o paraguas conceptual
El marisqueo de percebes y el conjunto de
saberes relacionados son manifestaciones que
forman parte del patrimonio intangible. El PCI es el
conjunto de prácticas, saberes y representaciones
vivas y continuamente recreadas que posibilitan a
una comunidad expresar su cosmovisión y sistema de
valores. Esta sabiduría, y los benefcios que provee,
son expresiones de su riqueza heredada de una
generación a otra. La salvaguardia o preservación
del PCI es vital en tanto satisface necesidades
fundamentales para el bienestar humano como
son el sentido de identidad cultural, continuidad,
pertenencia a un grupo social y a un territorio.
El Ecuador ratifcó la Convención para la
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de
la Unesco en 2008 a fn de garantizar la salvaguardia
y transmisión del PCI a través de medidas que
propicien la participación de múltiples agentes
involucrados y que respeten los contextos en que se
expresa y difunde (Instituto Nacional de Patrimonio
Cultural, INPC, 2013). Esta investigación se inserta
en el marco de las acciones y gestión del INPC en
aras de la salvaguardia del PCI. En particular, en este
trabajo aplicamos el registro y el diagnóstico, dos
instrumentos que se detallan en la
Guía metodológica
para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial
del INPC (2013). Estas herramientas son pasos
previos e indispensables para defnir acciones
específcas enmarcadas en planes de salvaguardia
que garanticen la continuidad de las manifestaciones
y que puedan seguir benefciando a sus detentores y
las generaciones futuras. Como parte de este proceso,
uno de los objetivos de este trabajo es identifcar los
factores que ponen en riesgo la continuidad de este
PCI.
Tanto el marisqueo o recolección como
la gastronomía de percebes, ese conjunto de
procedimientos que transforman este recurso
biológico en alimento culturalmente valioso, se
insertan dentro del ámbito del PCI denominado
“conocimientos y usos relacionados con la naturaleza
y el universo”. En este sentido, el problema de
investigación se ubica en la intersección entre cultura
y naturaleza, dos aspectos interdependientes en los
que yace, simultáneamente, la continuidad de las
manifestaciones del PCI. Es decir, la vigencia de la
manifestación no solo depende de la continuidad de
los aspectos inmateriales del patrimonio, la sabiduría
y prácticas culturales como la pesca y la cocina,
sino también de la continuidad y disponibilidad
real de la diversidad de recursos biológicos sobre
4
Pilar Egüez Guevara y Esteban Cedeño Rodríguez
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2024
la que se fundan. En la conclusión, profundizamos
sobre la perspectiva del patrimonio biocultural
como un marco analítico útil para analizar posibles
escenarios alternativos a la prohibición, para el caso
del marisqueo de percebes y otras especies en riesgo
en Salango (Matta, 2024).
Por último, la transformación simbólica o
resignifcación de los percebes en Salango, de una
“comida de pueblo” a un plato
gourmet
infuenciado
por y dirigido al sector turístico, a partir del
testimonio del dueño del Delfín Mágico, invoca los
debates recientes sobre “gentrifcación, turistifcación
y gourmetización”. Estos procesos involucran
cambios en la revalorización y desvalorización de
comidas y paisajes alimentarios que afectan de forma
desigual a los actores involucrados (Di Virgilio et. al,
2024). El término gentrifcación fue originalmente
usado para describir procesos de inserción de clases
medias y altas en barrios populares y el subsecuente
desplazamiento de los últimos debido al incremento
de precios de la renta y otros servicios en dichos
sectores. En el caso de la comida, este proceso
de desplazamiento va de la mano con la oferta de
servicios, en especial alimentarios, con un valor
agregado derivado de su estilización y valorización
económica según criterios específcos que sirven
como marcadores de estatus o distinción, y que
reafrman simbólicamente la autoridad de grupos
más acomodados en las ciudades (Di Virgilio et. al,
2024).
En el caso del percebe u otros mariscos en la
Costa o alimentos nativos como la quinua en la Sierra
del Ecuador, el proceso de gourmetización que han
experimentado en las últimas décadas adquiere una
complejidad adicional por su carácter patrimonial,
es decir, su valor inmaterial que afrma pertenencias
y posibilita continuidades a nivel identitario y
comunitario. ¿Qué impacto tiene el proceso de
gourmetización del percebe para el objetivo de
salvaguardia del PCI en cuanto a los saberes
relativos al marisqueo en Salango? En la conclusión
respondemos a esta pregunta con base en el análisis
de los factores que ponen en riesgo la continuidad de
esta manifestación en la zona.
Problemática y aportes
Existen algunos análisis enfocados en el
potencial turístico y comercial de los percebes
en Salango
(Bazurto, 2021; Ladines, 2018; López
Jiménez, 2018; Macías Cajape 2020).
Sin embargo,
no existen estudios etnográfcos sobre la práctica del
marisqueo como expresión de un sistema de saberes
que se inserta en la vida de las familias y que forma
parte del PCI. Este trabajo aporta a la comprensión de
la problemática de la gentrifcación o gourmetización
de alimentos tradicionales y su impacto desde el punto
de vista simbólico, cultural, biológico y económico en
comunidades rurales de la Costa, como Salango. En tanto
diagnóstico de una manifestación del PCI, este trabajo
constituye un aporte desde la perspectiva del patrimonio
biocultural para futuras investigaciones y desarrollo
de políticas de salvaguardia que vayan de la mano con
estrategias de conservación de las especies marinas en
la zona.
Figura 1
Vista de Salango desde el mirador
Nota.
Salango, 2022.
La parroquia rural de Salango se encuentra al sur
de la provincia de Manabí, en la Ruta del Spondylus o Vía
Costanera, a cinco kilómetros de la cabecera cantonal
Puerto López. Su territorio integra la isla homónima,
ubicada a dos kilómetros de su costa. Es un poblado de
4534 habitantes, en su mayoría autoidentifcados como
mestizos (72,12%) y una minoría, como montubios/
as (13%), indígenas (8,69%), blanco/as (2,76%) y
afroecuatorianos/as (1,9%)
2
.
La pesca es el motor de la economía del cantón
y de la parroquia. La población económicamente activa
en Salango (ocupados/as en trabajos remunerados) es de
1460 personas, de las cuales 236 (16,16%) se dedica directa
2. Similar a la situación general del cantón Puerto López, casi
la totalidad de los hogares de Salango están en condición de
pobreza (95,4%) y extrema pobreza (36,8%) por sufrir de una o
varias necesidades y carecer de servicios básicos como acceso
a vivienda adecuada, condiciones sanitarias, educación básica y
oportunidades de empleo. (GAD de Puerto López, 2014).
5
Saberes relativos al marisqueo de percebes en Salango: diagnóstico de una práctica patrimonial en riesgo
INPC, Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador
o indirectamente a la pesca. La agricultura y el turismo
son también importantes fuentes de ingresos para sus
pobladores. La obtención de mariscos representa el 2,46%
de la producción pesquera local. Salango es el hogar de
una de las comunidades más grandes de pescadores-
buzos artesanales (alrededor de 40) que capturan pulpo,
langosta y otros mariscos como los percebes que crecen
en las rocas cerca de la superfcie (Macías, 2014).
Casi la totalidad de pescadores y buzos son
hombres que realizan la actividad tanto para consumo
familiar como para conseguir ingresos, mientras que
pobladores de todos los géneros y edades se dedican
al marisqueo en las rocas de islas y playas como tarea
de subsistencia. La totalidad de personas que capturan
percebes en Salango son varones, aunque este no siempre
ha sido el caso en otras épocas y latitudes
3
.
Desde hace más de un siglo, la población de
Salango ha enfrentado confictos con distintas entidades
en función del control de su territorio y recursos. Desde
1900, la empresa
Salango Export Company
controlaba
gran parte del área para extraer tagua y cabuya. La
reforma agraria de 1964 condujo a la recuperación del
sector por parte de la organización comunal que, en 1979,
fue elevada al rango legal de Comuna Salango. Por otro
lado, desde su implementación en el mismo 79, el espacio
marítimo de Salango pasó a ser parte de la zona protegida
3. Según un reporte de diario
El País
(2017), en Galicia las
mujeres percebeiras constituyen el 85% del total de recolectores.
De igual manera, la participación de personas de la tercera edad
en la recolección es común en España y otros países europeos.
del PNM. La normativa del Parque prohíbe todo tipo
de actividades extractivas de pesca dentro de sus
límites, que incluyen las islas Salango y de la Plata,
dos importantes sitios de reserva de percebes. Esto ha
generado confictos entre los pescadores artesanales,
sus familias y las autoridades reguladoras del PNM.
Además, la empresa de harina de pescado y alimentos
balanceados Pesquera Polar S.A. fue construida
en 1974 sobre un importante sitio explorado por
arqueólogos, también en 1979, en la playa de Salango.
La empresa utiliza pesca de arrastre y substancias
químicas para procesar el pescado, que expulsan
al mar con los deshechos derivados, causando
estragos y perjudicando a los pobladores y al turismo
con olores nauseabundos, afectación del paisaje y
contaminación de su playa. La comunidad planteó
en el 2009 una demanda ambiental en contra de la
fábrica ante el Ministerio del Ambiente, pero no tuvo
éxito. En adición, por varias décadas la comunidad se
ha movilizado en defensa de la privatización ilegal de
playas, caminos y tierras colectivas por parte de un
ciudadano suizo (Roux, 2013). Estos confictos han
causado importantes divisiones y pugnas internas
que son parte del contexto en el que pescadores,
buzos y sus familias habitan su territorio a diario.
Marisqueo en Salango: historia y memoria
La actividad pesquera en Salango se remonta
desde cuando se registran las primeras ocupaciones
humanas (3500-1800 a. C.). Desde entonces, la pesca,
el buceo, el marisqueo y la navegación (en balsas de
Figura 2
Descarga de pesca en la playa
Nota.
Salango, 2013.
6
Pilar Egüez Guevara y Esteban Cedeño Rodríguez
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2024
gran tamaño características de la cultura manteña),
han sido elementos centrales en la vida cultural,
económica y ritual de sus pobladores, herederos
directos de los pueblos originarios y sus saberes.
Salango fue un importante centro ceremonial y de
extracción, procesamiento y comercio marítimo
interregional de concha
Spondylus
, un producto
altamente valorado en los ámbitos religiosos,
políticos y económicos de los pueblos prehispánicos
a lo largo de América
4
(Marcos, 2005).
En referencia al consumo de percebes
como alimento en épocas precolombinas, según
el arqueólogo Gerardo Castro, se puede asumir
por inferencia directa dentro del contexto, al igual
que para la
Spondylus
, que los percebes se habrían
consumido como parte de una dieta que incluía
los productos del mar
5
(comunicación personal, 11
junio 2022). Castro señala además que no podemos
descartar que, en épocas prehispánicas, mujeres y
niñas/os también hayan participado en la recolección
de percebes en la zona.
Asimismo, Lunniss menciona que, durante
sus excavaciones de la ocupación del Arcaico tardío
(5000-3800 a. C.) en Salango, realizadas en los años
70, podría haber restos de las partes duras de estos
crustáceos, mas no fueron identifcados como tal
dentro del análisis realizado (Lunniss et. al, 2021). No
obstante, estudios arqueológicos en el suroeste de
Europa sugieren que la recolección de percebes data
desde hace unos 6000 años (Álvarez-Fernández et
al., 2010)
6
.
4. Salango es el nombre dado a uno de los cuatro pueblos que,
junto a los actuales Machalilla, Puerto López y Agua Blanca,
formaban parte del señorío de Salangome, un complejo de
ciudades desde cuya capital, Salangome, se ejercía el control
administrativo, político y religioso de la zona.
5. Con respecto a la idea del Spondylus como “alimento de
los dioses”, arqueólogos entrevistados coinciden en que lo
descrito en las crónicas se refiere a la concha y, en particular,
a la concha pulverizada que era utilizada como ofrenda a
los dioses en el mundo andino, más no la carne, como es la
creencia actual (Gerardo Castro, comunicación personal,
11 junio 2022; Richard Lunniss, comunicación personal, 1
diciembre 2022).
6. Castro considera que es difícil determinar los cambios
que experimentó el consumo de percebes tras la llegada
de los españoles, ya que la fractura en el modo de vida
pudo haber traído cambios en la dieta. Observa que los
recolectores seguramente formaron parte de la tecnología
naval, tal como lo fueron los buzos a pulmón. Las crónicas
hablan sobre la precariedad con la que conducían estas
actividades, siendo víctimas de accidentes y de afectaciones
por la sobreexplotación de los bancos de pescado, resultando
en una disminución del número de buzos (comunicación
personal, 11 junio 2022; Marcos, 2005, pp. 164-165). Por otro
lado, la captura de percebes es una actividad arriesgada,
motivo por el cual, especula Castro, tras la introducción de
animales como cerdos y gallinas con la Conquista, se puede
inferir que su consumo habría disminuido en relación con
otros alimentos que conllevan menos peligro.
La evidencia que recogimos durante el trabajo
de campo sugiere que el consumo de este marisco era
común, más no frecuente, entre los habitantes de Salango
alrededor de los años 50. Así lo expresa Alfredo Pincay,
creador del restaurante Delfín Mágico, a través del cual
décadas más tarde se popularizara el marisco fuera de la
zona. “Lo hemos cogido desde épocas de antaño aquí …
la gente iba a coger atrás de la isla y traía una canoa llena
y regalaban al pueblo. En esa época nos hartábamos
de percebes. Los conocíamos como uña de cabra”
(comunicación personal, 22 noviembre 2022). Compara
los percebes “de antaño”, de un tamaño aproximado de
20 cm, con los de hoy que compra a los pescadores con
un mínimo de 5 cm y máximo de 18-20 cm de largo, pero
éstos últimos hoy son escasos.
Experiencias comunitarias actuales
Históricamente, la pesca y en particular la
recolección artesanal han sido una fuente de sustento
económico, seguridad y soberanía alimentaria para los
pobladores de Salango. Hoy en día, esta práctica sigue
vigente gracias a mujeres como Erika Peña, madre de
familia y líder comunitaria. Ella recuerda que durante su
infancia, cuando aprendió el marisqueo de sus mayores,
le encantaba a mi abuelita recoger mariscos,
siempre se lo hacía en la parte norte de Salango;
tal vez yo tendría unos diez años cuando nos
íbamos con mi mamá a recoger mariscos y ahí
íbamos con tachitos, con cuchillos nos íbamos
a recoger conchitas (comunicación personal, 10
noviembre 2022).
Gracias a Erika, observamos y participamos de la
recolección de mariscos en las rocas de la isla de Salango
junto a 18 miembros de su familia ampliada. Esta es una
actividad que realizan los salangueños periódicamente
en un ánimo de esparcimiento y fraternidad. No obstante,
constituye una importante fuente de sustento alimenticio,
en particular durante épocas de veda o prohibición de
captura de otros peces y mariscos en la zona. Desde las
9 a. m. de un jueves del mes de noviembre de 2022, nos
embarcamos en un bote hacia la isla. Cada grupo llevó
baldes, botellas o fundas plásticas, cuchillos de cocina,
ganchos de metal largos, ropa cómoda y zapatos de lona
para poder caminar entre las piedras, hurgando con
los cuchillos en los huecos para extraer mariscos como
churos y cangrejos pegados o escondidos entre las rocas.
La actividad duró unas 3 horas, desde la salida en
bote hasta después de servirnos un refrigerio que llevan
y comparten tras terminar la recolección. Ningún grupo
llenó un balde de mariscos, pero se recogió sufciente
para hacer un ceviche y servir una porción pequeña,
acompañada de arroz blanco y un puñado de chifes.
7
Saberes relativos al marisqueo de percebes en Salango: diagnóstico de una práctica patrimonial en riesgo
INPC, Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador
Erika observa el contraste entre la abundancia
de sus tiempos infantiles y el momento actual, una
percepción que escuchamos reiteradamente por parte de
pescadores, buzos, recolectores y especialistas durante el
trabajo de campo. “Antes encontrábamos más mariscos,
la gente iba y se traía su mallada de mariscos. Ahora ya
no se encuentra mucho y hay que ir y recorrer de punta
a punta las piedras para, a duras penas, conseguir un
tachito” (comunicación personal, 8 noviembre 2022).
En este contexto se ubica el marisqueo específco
de percebes, una práctica tradicional que ha sido
impactada por la disminución en la disponibilidad
del recurso en las zonas de Salango, donde solía ser
abundante.
El arte de recolección de percebes: lugares,
técnicas, tiempos y dinámicas
El señor Tobías A. (75 años) describe en detalle el
proceso de la captura de percebes, según lo hacía en sus
épocas de juventud en los años 80.
Era bien riesgoso la sacada, pero uno se
arriesgaba porque necesitábamos hacer la platita
para sobrevivir. Salíamos a veces a las 3 a. m. para
coger la marea cuando el mar estaba vaciando,
nos íbamos al otro lado de la isla [Salango]. Nos
metíamos amarrados con un cabo en la cintura,
de ahí nos colgábamos y bajábamos donde
estaba el percebe para sacar, con unas barras…
Los percebes viven en las rocas, están todos
prendidos ahí; entonces la gente comienza a
sacarlos, pones la escalera y se van sacando por
gajo con cuchillo, machete y se va subiendo [por
la roca]. [Antes] cuando había bastante, era
una roca grandísima que estaba demasiado
tupida de percebes; eran unos gajos inmensos
… ahí cogíamos hasta cinco o seis gavetas
entre cuatro a cinco personas (comunicación
personal, 12 noviembre 2022).
German S. (40 años), pescador de la zona,
todavía practica la actividad y describe con detalle
el proceso, los riesgos que conlleva y la precariedad
con la que lo realiza, utilizando el equipo mínimo o
incluso sin él, confando en su propia agilidad para
esquivar obstáculos y evitar posibles accidentes.
Figuras 3 y 4
Marisqueo en la isla de Salango
Figura 5
Ceviche de churos
Nota.
Salango, 2012.
Nota.
Salango, 2012.
8
Pilar Egüez Guevara y Esteban Cedeño Rodríguez
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2024
Tenemos que llevar zapatos de lona, calentador,
buzos [trajes de buceo], porque [puede ocurrir]
alguna caída, allá las piedras son fludas.
Cargamos una barreta larga de un metro
para sacar [percebes]. Si es que podemos,
apegamos la fbra [lancha] a la piedra, pero si
el mar está molesto, tenemos que tirarnos de
la nave y subir por las piedras. Es un proceso
que hay que tener harta adrenalina. Otros
compañeros usan escalera. Yo no, hasta ahora
soy ágil para andar en las piedras. Si me toca
correr, a correr y si me toca al agua, al agua
pero yo no uso escalera. Ni con cabo me gusta
andar porque esa es una parte que debemos
cuidarnos porque si la marea nos lleva, lo
prendemos [el cabo] (comunicación personal,
10 junio 2022).
Todas las personas entrevistadas tienen una
historia que contar de accidentes que sufrieron ellos
o sus padres durante las capturas. German S. lo
describe de esta forma:
El rato menos pensado puede que le llegue un
golpe de una ola, depende de donde caiga, le
puede costar hasta la vida. Han salido personas
rotas, un compañero se dislocó el brazo porque
le pegó la ola. Parece que sacar un marisco es
fácil, pero es riesgoso (comunicación personal,
10 junio 2022).
También cuenta un suceso de cuando él era
niño en el que su padre sufrió un accidente:
Yo me acuerdo de que cuando era pequeño,
de 7 años, una vez a mi papá lo llevaron que
parecía cebra rallado, todo el cuerpo [estaba]
cortado. Lo tiró abajo, lo recogieron como a la
media hora, el mar se quedó calmo, pudieron
tirarle un cabo y lo sacaron, pero ya estaba
inconsciente. Allá el mar es celoso, en un ratito
se puede enojar el mar, y apártense, ese mar
arrasa, es peligroso, yo respeto mucho ese
mar, no le tengo miedo, pero si le tengo respeto
(comunicación personal, 10 junio 2022).
Carlos P., un pescador de 32 años, sale
regularmente a recoger percebes. Explica que en la
embarcación van generalmente cinco personas. El
motorista permanece a bordo, mientras los demás
asumen distintos roles: uno se queda en las rocas o
en la lancha para vigilar el mar y avisar a los demás
cuando viene una ola; otros dos sostienen las gavetas
donde se recoge el producto, y otro realiza la extracción
con una barra, sujetándose o trepando por las piedras
cuando la marea baja.
Ricardo D. describe la escena sobre el doble
peligro que experimentan los recolectores de percebes,
tanto por la posibilidad de sufrir un accidente a causa
del golpe de una ola, como de ser descubiertos por las
autoridades del PNM realizando una actividad ilegal.
[Los percebes] no los pescan frecuentemente
porque recuerde que, para hacer esa pesca, la
gente tiene que llegar a tierra y estar en la roca
ahí prendido como cangrejo, ahí dándole a la
roca. Si es que llegase a entrar la embarcación del
Parque, los pescan; entonces no es igual que estar
realizando alguna otra actividad de pesca de mar
que [pueden arrancar en] la embarcación e irse
(comunicación personal, 19 noviembre 2022).
Carlos P. revela que el lugar predilecto para
capturar percebes es la isla de la Plata, ya que ahí viven
los de mayor tamaño, precisamente porque es donde hay
más control y menos presión para explotar el recurso.
Para esquivar a las autoridades del Parque, en ocasiones
salen por la noche. Hasta ahora no lo han sorprendido,
pero sabe que si esto ocurriera la multa para su
embarcación puede ser de 500 a 3000 dólares. Varios
entrevistados mencionaron que las autoridades reciben
sobornos para realizar la actividad.
Lugares
Las islas de la Plata y de Salango son los sitios
principales donde se capturan los percebes, zonas de
reserva del PNM. Por tanto, los pescadores están sujetos
a los controles del Parque en estos lugares. La mayoría de
entrevistados coinciden que el recurso se ha agotado casi
totalmente en la última isla, situación que contrasta con
los testimonios de abundancia en los años 80 narrados
antes por el señor Tobías. En palabras de Ricardo D.,
no es ni el uno por ciento del territorio de la
isla Salango en el que hay percebes. Son sitios
pequeños [donde se encuentra]. En el sitio de los
islotes, en el espacio de unos 100 o 50 metros es
donde se agrupa esta colonia, solo ahí, no hay más”
(comunicación personal, 19 noviembre 2022).
Carlos P. describe algo similar en la otra isla: “en
todas las rocas no hay. Solo en cierto tipo de rocas en isla
de la Plata, solo en tres partes. Donde extraemos es un
tipo islote que no es tan grande” (comunicación personal,
22 noviembre 2022).
9
Saberes relativos al marisqueo de percebes en Salango: diagnóstico de una práctica patrimonial en riesgo
INPC, Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador
David y Alfredo Pincay, dueños del Delfín Mágico,
explican que algunos otros sitios aledaños donde
se encuentran percebes incluyen Los Ahorcados en
Ayampe, La Chocolatera en Salinas, en el Muelle Bravo
del Guasal y en ciertas rocas en la playa, aunque estos
últimos no son los más apetecidos debido a que la arena
que contienen cambia su sabor.
Tiempos
En los días siguientes a la entrevista, el buzo
Rodrigo G. nos condujo en su embarcación hasta los
islotes de Los Ahorcados en Ayampe, un pueblo aledaño
a Salango, para observar cómo realiza la captura. Aunque
él nos aseguró que las condiciones del mar eran óptimas,
llegando al lugar fue imposible acercarse hasta los sitios
donde golpean las olas con más fuerza que es donde
crecen los percebes.
En varias ocasiones, durante nuestras dos visitas
a Salango, buscamos oportunidades para observar el
marisqueo de percebes en la zona, pero en ninguna
las condiciones del mar fueron óptimas para salir a
presenciar desde el bote esta actividad. Y es que, a
diferencia de otros mariscos comerciales que se capturan
por temporadas, “el percebe no es por época”, explica el
pescador Ricardo D.
No existe un consenso entre los actores
vinculados a la cosecha de percebes respecto a sus
épocas de captura y tiempos de reproducción, y en
muchas ocasiones sus criterios se contradicen. La
mayoría coincide en que el mejor momento para
la actividad es cuando la marea está baja. Para
explicarlo utilizan una serie de categorías culturales
que describen las condiciones del mar. Por ejemplo,
Ricardo D. dice que extraen percebes
…cuando [ocurre] lo que nosotros llamamos
marea de doce, cuando está la marea baja,
un poquito más de lo normal y el mar está
sumamente tranquilo, ahí hacen esa pesca.
Así como estamos con este pequeño aguaje,
imposible que trepen a la roca si es que
existiera algo de percebe por ahí. El aguaje son
los cambios de luna. Cuando hay un cuarto
menguante o luna nueva, se producen estos
aguajes (comunicación personal, 19 noviembre
2022).
Las mareas de doce o mareas buenas están
sujetas a los cambios lunares y, por tanto, tienen
cierta periodicidad mensual. Según Erika, las mareas
de doce se dan generalmente en los últimos días
Figura 6
Buzo en las rocas del islote Los Ahorcados
Nota.
Ayampe, 2022.
10
Pilar Egüez Guevara y Esteban Cedeño Rodríguez
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2024
de la “clara” (luna llena), antes de que empiece el
“oscuro” (luna nueva), pero a veces incluso durante
este periodo las mareas no son buenas porque no se
“vacía el mar”. Menciona también que, por lo general
durante Semana Santa en el mes de abril, las mareas
son más bajas, al igual que en la época de Difuntos en
noviembre, que da el nombre a las conocidas como
“mareas de muertos” (comunicación personal, 30
marzo 2023).
Otros pescadores mencionaron el periodo
de “calmitud” que se da en temporadas de invierno,
cuando el mar está más tranquilo. No obstante, al
igual que los aguajes, esta época no es garantía de que
la marea sea baja, porque puede que, en determinados
meses, solo haya dos días de calma para sacar los
percebes, luego de lo cual el mar cambia, se pone
“bravo” y no permite extraer nada.
Debido a esta impredecibilidad de las
condiciones marinas, es difícil o imposible determinar
la frecuencia con la que en un año determinado se
extrae los percebes. La mayoría de las personas
entrevistadas aseguraron que se lo hace cada tres o
cuatro meses aproximadamente, cuando la marea lo
permite.
El Delfín Mágico y su plato
gourmet
Según afrman Alfredo y su hijo David, que lo
acompañó en la entrevista, los percebes en Salango
no siempre fueron comercializados, sino que era un
alimento de los tantos que les provee el mar para su
sustento diario. Hoy en día, el plato que ofrece en su
local a un precio de 25 dólares es un aperitivo que
sirve ligeramente cocinado, acompañado de limón.
Esta receta tiene infuencias de sus clientes gallegos
quienes, desde que descubrieron su restaurante en
los años80, le compartieron secretos para conservar
mejor el sabor de los percebes (ciertas técnicas de
cocción y conservación en frío). No obstante, durante
su infancia, su madre los preparaba de forma distinta.
En esa época no había refrigeradora. Pero los
antiguos, se ingeniaban. Se asaban en la brasa
o se los cocía y se los guardaba en botellas con
limón y sal. Así se conservaba por 4 o 5 meses.
Cuando no había qué comer, se sacaba eso y
quedaba muy rico.
De la misma forma conservaban otros
mariscos como los churos o el pulpo. Alfredo cuenta
que durante su niñez consumían este marisco unas
cuatro veces al año, dependiendo de la marea.
En 1985, incentivado por el conocido
arqueólogo Presley Norton, Pincay y su familia
crearon un comedor popular para servir “comidas de
pueblo” como “secos o aguaditos”
7
. El mismo Norton
bautizó al nuevo restaurante con el nombre de Delfín
Mágico y lo impulsó a través de invitaciones a grupos de
estudiantes y otras personalidades del Ecuador.
En los años que siguen, ocurre el “descubrimiento”
del marisco en el local de Alfredo por parte de turistas
españoles quienes, según ellos, en su país era el más caro
y el más apetecido en la zona de Galicia. Por medio de
estas infuencias surgieron nuevos platos en el menú,
ajustadas a las preferencias de sus clientes extranjeros,
como pulpo a la gallega, calamares a la romana, pescado
al ajillo y también la uña de cabra, rebautizada con
su nombre ibérico, el percebe. Recuerda Alfredo que
empezaron a ofrecerlos como un aperitivo, a 1 o 2 sucres.
Hoy un plato cuesta 25 dólares, cocido y preparado
según las sugerencias de los gallegos. Además, el menú
del Delfín Mágico ya no cuenta con una opción de seco
o aguado como en sus inicios. Los precios ahora oscilan
entre los 15 y los 40 dólares, según el plato.
A partir de entonces, gracias a la promoción de
múltiples actores vinculados al Delfín Mágico, incrementó
la demanda de los percebes fuera de Salango. Colonias
de españoles asentados en distintos lugares del país lo
mandaban a pedir. Según narra Alfredo, en los años90
llegaron mexicanos y empezaron a exportar percebes
por toneladas a su país y a Venezuela, principalmente
por temporada de fn de año. Hoy en día la exportación
de percebes está prohibida (comunicación personal, 22
noviembre 2022).
El recuerdo de Tobías A. (75 años), uno de los
últimos portadores de los saberes relativos al marisqueo
de percebes de su generación, complementa el testimonio
de Alfredo. Cuenta que a sus 35 años (en 1982), “la gente
venía de otros lados a comprar y nosotros íbamos a
sacar porque esa era nuestra vida: sacar y vender para
sobrevivir. Allá en la isla de la Plata sacábamos bastante,
hasta de a 5 quintales”. Menciona que en esa época había
compradores orientales: “los chinos nos compraban,
pero quien nos llevaba era el señor Marlon, él era quien
nos pagaba. Él vendía bien el quintal y a nosotros nos
pagaba tontera, toda la plata se lo dejaba él. A veces
nos pagaba 20 dólares” (comunicación personal, 12
noviembre 2022).
La fama de los percebes de Salango llegó a oídos
de celebridades de la cocina estadounidense. El famoso
chef y escritor Anthony Bourdain, realizador de la serie
7. En Manabí, seco es un plato fuerte que consiste en estofado
de algún tipo de carne servida con arroz blanco. Aguado es una
sopa de arroz cocinado con algún tipo de carne o marisco como
pollo o camarón.
11
Saberes relativos al marisqueo de percebes en Salango: diagnóstico de una práctica patrimonial en riesgo
INPC, Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador
de televisión
No Reservations,
documentó su visita y
degustación en un episodio publicado en 2005. Según
Rodrigo G., un pescador local dedicado al turismo
que fue su anftrión, Bourdain solicitó ir a Salango
expresamente a probar percebes:
Nos contactó a nosotros diciendo que venía un
extranjero muy famoso a servirse percebes, a
servirse la comida típica de Salango, entonces
en esa época fuimos los elegidos… Con él
fuimos a sacar percebes y degustamos en
este local, también degustamos camarones y
Spondylus
porque todavía no estaba en veda.
Él venía buscando percebes porque tenía un
programa de comida exótica, el percebe no
era tan conocido en esa época (comunicación
personal, 22 noviembre 2022).
La visita de la celebridad le dio más fama
al local de Rodrigo: “vi que llegaban muchos
admiradores de él, y llegaban aquí y preguntaban
donde se sentaba Anthony Bourdain, en qué silla y
qué mesa” (comunicación personal, 22 noviembre
2022).
Problemáticas que afectan a la
conservación del percebe
Darío Ladines (2018) realizó un estudio de
evaluación poblacional del percebe
Pollicipes elegans
en la zona rocosa de Puerto Engabao, provincia del
Guayas. Es el único estudio realizado en el Ecuador,
donde se caracteriza el comportamiento de la especie,
que es la misma que se consume y comercializa en
Salango. Esta habita las costas del Pacífco, desde
Baja California hasta el Perú, donde se ha estudiado
hace algún tiempo (Ladines, 2018, p. 11). En su
evaluación de percebes en la zona rocosa de Puerto
Engabao, el autor reportó variaciones en la población
según la época del año y condiciones de marea. Sus
mediciones arrojaron como resultado un total de
3488 percebes por metro cuadrado en marea baja,
de una talla promedio de 7,5 cm y peso promedio de
8,3 g. Según los reportes de pescadores artesanales
que Ladines entrevistó para su estudio, recogen en
promedio 272 percebes al día, con un máximo de 618
ejemplares en octubre y un mínimo 109 en junio, en
marea baja. En marea alta, la colecta es nula. Debido
a que no existen estudios de la población de percebes
que den seguimiento al de Ladines, no es posible
determinar el estado real de conservación de esta
especie en esta zona del país.
No obstante, cabe mencionar los estudios
realizados desde 1988 en Perú, donde sí han realizado
seguimiento a la población de percebes. En particular en
la isla Lobos de Afuera, se observó un descenso paulatino
desde 39 495 834 organismos en 1995, a 22 508 688
en 2001 y a 416 440 en 2010, dando cuenta de la veloz
aniquilación de los bancos naturales por acción de los
recolectores locales (Ladines, 2018, p. 8).
Figuras 7 y 8
Con percebes de venta en el mercado
Nota.
Puerto López, 2022.
12
Pilar Egüez Guevara y Esteban Cedeño Rodríguez
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2024
La mayoría de los pescadores que
entrevistamos en Salango tienen evaluaciones
subjetivas y a menudo contradictorias respecto al
ciclo de reproducción del percebe con base en su
experiencia directa. Por ejemplo, Carlos P. observa
que “cuando uno saca, máximo demora entre dos y
tres meses para volver a crecer. En la isla de la Plata
crece rapidísimo porque allá casi no lo extraen y las
olas pegan, entonces se desarrollan más rápido”.
Mientras que en la isla de Salango “la gente, así sea
para su comida va a sacar y no la dejan crecer. Aquí
ya están sacando seguido, cada mes” (comunicación
personal, 22 noviembre 2022).
En contraste, Ricardo D. considera que una
vez que se extrae de la piedra, ya no vuelve a crecer
y “a diferencia de los peces u otros moluscos de
crecimiento rápido, el percebe tiene un crecimiento
lento. Y dónde sacaste hoy percebes, después de
un año o dos años no puedes volver a sacar porque
simplemente no hay, se muere” (comunicación
personal, 19 noviembre 2022).
Al contrario, según la experiencia de Carlos
P., el tiempo de reproducción del percebe es de
aproximadamente 3 meses y, según este cálculo,
cosecha el producto para permitir que se reproduzca:
“crece enseguida. En un mes ya están volviendo a
forecer. En tres meses están de un tamaño promedio.
No es que se pierda. Donde uno saca, vuelve a crecer”.
Germán S. dice algo similar:
Yo saco la que es grande, la que es pequeña
lo dejo porque esa va reproduciéndose, luego
de varios meses ya está grande. Entre más le
saquen, más reproduce, pero sabiendo cuidar
a la pequeña. Como la vida de uno. El percebe
es así, se reproduce rápido (comunicación
personal, 10 junio 2022).
Según él y otros entrevistados, el
comportamiento del mar es tal que funciona como
una supuesta “veda natural” que protege al marisco
de ser sobreexplotado y permite su reproducción. “El
percebe hace su veda por sí solo, hay 6 o 7 meses en
que no se puede sacar, porque el mar no deja, el mar
mismo protege esa fruta que es demasiado exquisita”
(comunicación personal, 10 junio 2022).
Además, existen mitos y creencias entre
los pescadores acerca del comportamiento de los
percebes. Por ejemplo, dicen que si al momento de
recogerlos, se les caen al agua, el mar se enfurece
y comienza súbitamente un oleaje más fuerte que
no permite seguir con la tarea: el mar estaría así
protegiendo sus frutos.
Las percepciones subjetivas y contradictorias
entre los recolectores, sumadas a las presiones por el
incremento de la demanda por parte de turistas locales
y extranjeros, dan cuenta de la necesidad imperiosa de
realizar estudios específcos para evaluar el estado de la
población o reservas del recurso en la zona de Salango.
Conclusiones y recomendaciones
La práctica del marisqueo en Salango es parte
importante de la historia e identidad cultural de sus
pobladores, en relación estrecha con su entorno natural.
A lo largo de la historia ha servido como medio de
subsistencia familiar y sustento económico. Este trabajo
evidenció la vigencia del marisqueo y en particular
la captura y preparación culinaria de percebes en la
localidad con base en testimonios de sus portadores:
pescadores, comerciantes y cocineros/as que cosechan,
preparan y venden el producto dentro y fuera de sus
límites. La evidencia etnográfca que presentamos
demuestra que el marisqueo de percebes es una
manifestación del PCI de Salango que está en riesgo
debido principalmente a la disminución evidente de los
bancos en las zonas donde hace varias décadas fue un
recurso abundante. La delimitación de las islas Salango
y de la Plata como áreas protegidas del PNM ha frenado
la extracción de percebes y otras especies protegidas, en
especial en la última donde hay más control. En contraste,
en la primera isla, las personas entrevistadas coinciden
en que la población de percebes está prácticamente
extinta. En este contexto, el objetivo de salvaguardar la
manifestación y el derecho de los/as portadores/as a
ejercer esta práctica, dentro de su territorio, depende de
la habilidad de conservar los recursos marinos.
Desde su declaratoria en 1979, la delimitación
de los territorios del Parque ha provocado tensiones
entre los pobladores y las autoridades (Pérez, 2017).
En caso de los perceberos de Salango, esta signifcó
que su actividad ancestral sea clasifcada como delito
ambiental (tipifcada en el código penal), convirtiendo
a los detentores de saberes en blancos de persecución
de las autoridades. Esto nos invita a refexionar sobre la
necesidad de consolidar esfuerzos y vislumbrar posibles
escenarios de política en donde la salvaguardia del
patrimonio y la conservación vayan de la mano.
Uno de los actores fundamentales en la lucha
por el derecho a habitar el territorio, según sus formas
tradicionales de vida, ha sido el grupo de pescadores-
buzos de Salango agrupados en Asosalan. No obstante,
este mismo activismo por la pesca los ha llevado a
movilizarse activamente por la conservación de los
recursos marinos, que constituyen su cosmovisión,
forma de vida y fuente de sustento diario. Uno de sus
líderes, Ricardo D., en entrevista para este trabajo dijo
13
Saberes relativos al marisqueo de percebes en Salango: diagnóstico de una práctica patrimonial en riesgo
INPC, Revista del Patrimonio Cultural del Ecuador
que enviaron una propuesta al Estado ecuatoriano
para implementar una veda del percebe, pero al
igual que sucedió con varias de las anteriores, no
tuvo eco. Esta organización impulsó y eventualmente
consiguió la aprobación e implementación de la veda
indefnida de la concha
Spondylus
y del pulpo de roca.
No obstante, dentro de la misma agrupación
existen divergencias en cuanto a la situación de la
especie: unos sostienen que está casi extinta y no la
explotan por iniciativa propia, mientras otros dicen lo
contrario y aseguran aplicar sus propias estrategias
de conservación, acusando a otros actores de agotar
el recurso por capturarlo de tamaño pequeño o en
grandes cantidades. En este sentido, el desacuerdo
dentro de los pescadores-buzos constituye un
obstáculo para el desarrollo de alternativas de
manejo sustentable y, por ende, de continuidad del
marisqueo de percebes, en tanto práctica tradicional
en Salango. A esto se añade la falta de seguimiento
a las demandas de los pobladores por parte de las
autoridades del Parque, lo que ha debilitado el canal
de
comunicación entre ambos: sociedad civil y PNM.
Esta fue una preocupación común de las personas
entrevistadas, situación que desmotiva el diálogo y
promueve actividades de pesca fuera de la normativa
de las áreas protegidas.
Más allá de los desacuerdos respecto al
estado de conservación, tanto algunos buzos y
pescadores como autoridades del Parque comparten
una visión que asume que la creciente demanda
conduce a la sobreexplotación de recursos marinos
que pone en riesgo esta y otras especies. Según este
razonamiento, la solución está en las vedas u otros
mecanismos de prohibición o desestimulación
del consumo. El resultado de políticas de veda de
especies sobreexplotadas como el
Spondylus
deja
mucho que desear en cuanto a frenar su extracción, lo
que pudimos constatar durante el trabajo de campo.
La demanda del recurso continúa y se sostiene con
la participación de representantes de la artesanía
tradicional, cocina y el buceo en Salango y zonas
aledañas, por encima de la política ofcial que no
ejerce ningún tipo de control efectivo en el territorio.
Análisis recientes desde la perspectiva del
patrimonio biocultural permiten vislumbrar posibles
escenarios de transformación. Según Matta (2024),
este tipo de patrimonio es un nuevo paradigma
movilizado por comunidades indígenas y campesinas
de todo el mundo para la defensa de sus paisajes
culturales que reconoce las interdependencias
entre identidad, biodiversidad, conocimiento local
y valores espirituales. Matta (2024) y Martorell
(2002) apuntan a una visión del patrimonio desde
un enfoque integral de los territorios, que comprende la
cultura en su profunda interrelación e infuencia mutua
con los ecosistemas naturales y los aspectos espirituales
que, en su conjunto, conforman la experiencia humana.
Por ejemplo, Martorell defne la salud ecológica como
la capacidad que poseen los sistemas ambientales para
suministrar, de forma sostenible, recursos a los sistemas
humanos. Desde esta perspectiva, la preservación de
los contextos naturales depende de los componentes
culturales y viceversa.
Bajo esta lógica, aplicando el conocido principio
de la permacultura “en el problema está la solución”,
este marco analítico invita a pensar en propuestas de
transformación del comportamiento (el consumo de
percebes) de un esquema de prohibición de la captura,
hacia un enfoque de consumo sustentable de los recursos
biológicos del cual depende. En este escenario, actores
como el Delfín Mágico, otros emprendedores locales
de alimentos y el sector turístico tienen el potencial
de actuar intencionalmente para salvaguardar el
patrimonio biocultural, en una acción coordinada
con otras instancias de la sociedad civil y autoridades
como el PNM. En este contexto, tal como lo expresó
Gerardo Castro en entrevista para este trabajo, hay un
potencial para pasar de un escenario de prohibición a
otro de autoregulación, que ha probado su efectividad en
múltiples casos de conservación de recursos pesqueros.
El caso de las cofradías de percebeiros/as de
Galicia y Asturias Occidental son el mejor ejemplo. Son
asociaciones de recolectores de percebes organizados/
as en torno a la autoregulación en una zona delimitada
del recurso y con permisos de acceso exclusivo para
un número limitado de ellos/as. Estas organizaciones
se caracterizan por un alto nivel de involucramiento
y cogestión entre sus miembros y las autoridades
pesqueras locales, que comparten responsabilidades y
poder en la toma de decisiones. Funcionan con planes
de manejo anuales para la recolección según tiempos
y espacios permitidos (vedas). Las autoridades locales
y las cofradías comparten la responsabilidad sobre la
vigilancia y el control del furtivismo o extracción ilegal
(Geiger, 2022, p. 5).
Otro caso exitoso de referencia en Ecuador es el
proceso de gobernanza participativa que implementó la
WWF con una comunidad de recolectores de camarón
artesanal (bolseros) y la autoridad de pesca en la isla Puná,
provincia del Guayas, y que resultó en la formalización
de la pesquería artesanal de camarón pomada. Para el
efecto, se realizó una evaluación de
stock
o análisis de
población del recurso en la zona y se establecieron límites
e incentivos de precio por libra para los pescadores
legales, en cooperación con empresas privadas (F. Rey,
comunicación personal, 23 marzo 2023).
14
Pilar Egüez Guevara y Esteban Cedeño Rodríguez
Instituto Nacional de Patrimonio Cultural 2024
Por último, respondemos la pregunta
planteada en el marco teórico, ¿qué impacto ha tenido
el proceso de gourmetización del percebe para el
objetivo de salvaguardia del PCI en cuanto a los saberes
relativos al marisqueo en Salango? La evidencia
que presentamos en este trabajo demuestra que la
infuencia del turismo, en particular de españoles en
la zona, impactó las formas de consumo y valorización
simbólica, social y económica de los percebes. La
uña de cabra, una categoría local para nombrar un
alimento cotidiano de bajo costo hasta los años 80, se
transformó en percebe, una denominación europea
que representa un plato
gourmet
con valor agregado
de exoticismo y sofsticación, que ha puesto a Salango
en la mira de turistas y celebridades internacionales.
Este proceso de gourmetización y gentrifcación del
percebe abrió un mercado para el producto que, en
ausencia de una intencionalidad de conservación
y producción sostenible, podría haber acelerado la
depleción de las reservas en la zona de Salango. No
obstante, establecimientos como el Delfín Mágico y
otros enfocados al sector turístico juegan un papel
fundamental en la promoción del consumo sostenible
de los recursos que se encuentran en un estado
crítico conservación. Aquí nuevamente, la falta de
consenso y confictos internos entre los distintos
actores involucrados en los procesos que garantizan
la conservación del marisqueo de percebes, en
tanto PCI, constituyen el principal obstáculo para
el desarrollo de propuestas encaminadas hacia su
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